Lo peor de la derrota en Vallecas no fue el resultado. El verdadero drama se llama Geoffrey Kondogbia. El mediocentro pasó este mismo domingo por el quirófano en el Hospital IMED de València y dice adiós a lo que resta de temporada. El centroafricano sufre un hematoma intramuscular extenso en su muslo izquierdo que necesitará ocho semanas como mínimo de recuperación. Se pierde las siete últimas jornadas de LaLiga y la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona del 25 de mayo en el Benito Villamarín. Una cita en Sevilla para la que quedan exactamente siete semanas. No hay tiempo. El jugador podría acortar los plazos estimados de curación, pero aún así necesitaría más semanas de adaptación para recuperar masa muscular y coger ritmo competitivo. Es imposible. El Valencia lo asume con toda la tristeza del mundo.

Kondogbia recibió una fuerte contusión durante el transcurso del partido del sábado contra el Rayo Vallecano. Sucedió en el minuto 64. El valencianista sufrió un duro rodillazo del defensa rayista Gálvez y se quedó tendido en el césped retorciéndose de dolor mientras sus compañeros pedían explicaciones al árbitro Alberola Rojas por no haber sancionado ni siquiera falta. En el vestuario existe indignación porque la entrada del rayista se quedó sin amonestación. El jugador, para sorpresa de todos, se levantó a pesar del golpe y completó los noventa minutos hasta el final del partido.

Las alarmas comenzaron a saltar en el vestuario de Vallecas cuando el muslo izquierdo de Kondogbia comenzó a enfriarse. 'Solo' se trataba de un golpe, pero el dolor cada vez era más intenso con el paso de los horas. De hecho, el jugador tuvo que abandonar el estadio con la ayuda de muletas. La preocupación fue a más a la llegada de la expedición al aeropuerto de Manises. El jugador ya no podía andar ni siquiera con muletas y necesitó una silla de ruedas para desplazarse. Fue entonces cuando se tomó la decisión de ingresarlo en el IMED esa misma noche. El jugador recibió un tratamiento, pero el hematoma crecía peligrosamente y el dolor se convertía en insoportable de madrugada hasta el punto que el jugador no durmió en toda la noche.

Ya por la mañana el jugador se sometió a una batería de pruebas médicas para descartar una lesión todavía de mayor gravedad. Con toda la información encima de la mesa, se tomaba la decisión de intervenir a Kondo de forma urgente. Pasadas las nueve de la noche el club emitía un parte médico confirmando la lesión. «El jugador Geoffrey Kondogbia ha sido intervenido este domingo 7 de abril tras presentar un hematoma intramuscular extenso en su muslo izquierdo producido tras una fuerte contusión recibida en el transcurso del partido del sábado ante el Rayo Vallecano. Pendiente de evolución en las próximas semanas», decía.

El jugador, muy tocado

El adiós de Kondo a la temporada es un desenlace demasiado cruel para el equipo y para un futbolista que está destrozado. El valencianista estaba recuperando su mejor versión de la temporada, el propio Marcelino lo salvó del desastre de Vallecas, pero la mala fortuna se ha cebado con él. Si todo va bien hoy podría recibir el alta hospitalaria.