Ahora no es momento para descentrarse. Ahora es momento de pensar como equipo. Ahora es momento para mantener el foco en lo importante. El vestuario ha aparcado todo lo que no sean intereses colectivos hasta el final de la temporada. Todo por la cuarta plaza, todo por intentar llegar a Bakú en la Europa League, todo por la final de Europa LeagueCopa del Rey El discurso de los 18 puntos sobre 18 puntos posibles empezó a tomar forma ante el Betis. Este miércoles, en el Wanda Metropolitano, habrá otra gran prueba competitiva, una de las más exigentes del concurso liguero 18/19. La semana se cierra ante el Eibar. La fotografía será más completa entonces, justo antes de viajar al Emirates. Las lesiones están golpeando muy duro al grupo -Kondogbia, Cheryshevy afectando a pilares fundamentales, por eso, la claridad de líderes como Rodrigo es trascendental. Su expulsión en el Villamarín le elimina del choque ante el Atlético. La sanción es una oportunidad reciclada en positivo. Toca coger perspectiva y reflexionar. El mejor Valencia CF es imposible sin el mejor Rodrigo.

Marcelino estuvo inteligente tras el encuentro ante el Betis. El lenguaje corporal y la acción de Rodrigo advirtieron del cortocircuito. Gesto peculiar en el banquillo, llamadas de atención sobre el césped, el ímpetu descontrolado en el salto que le lleva a la segunda amarilla. El míster no vio nada porque no es el momento de polémicas. No hay lugar para interpretaciones tóxicas. La importancia -radical- de Rodrigo en el engranaje del equipo está fuera de dudas. En el Villamarín, sin ir más lejos, condujó el ataque rápido hasta Guedes, que a continuación liquidó a Pau López con un latigazo. La asistencia le computa a Rodrigo. En su mejor versión no hay otro futbolista mejor para conectar con Parejo: contacta, galopa y ofrece soluciones distintas cerca del área. La noche de la semifinal ante el Betis, cuando se clasifican para la final, hubo jugadores que salieron del vestuario -después de la celebración en el balcón- preguntando por si el cambio de Rodrigo había sido un problema físico. Hasta ese punto llega su ascendencia. Es un ejemplo claro.

Defecto por responsabilidad

El delantero estuvo tremendo en diciembre, enero y febrero, hasta principios de marzo fue determinante. Su manera particular de digerir los partidos -casi siempre- suma y en ocasiones... resta. Rodrigo está buscando su momento, pero todo no fluye como a él le gustaría; hace poco sufrió una lesión que le cortó el ritmo. Ha habido momentos de tensión excesiva, mal enfocada. No jugará ante el Atlético, otro revés y una oportunidad para cargar pilas y preparar el 'arsenal'.