Tres minutos encerrado con Marcelino en el gimnasio de la Ciudad Deportiva de Paterna y sin la presencia de canteranos dan para mucho. El entrenador del Valencia CF no precisa de más tiempo para decir a sus futbolistas lo que necesita. Así fue después de la derrota en Vallecas y así sucedió este martes. Tres minutos para cerrar las heridas de la derrota ante el Eibar en Mestalla y encarar la recta final. Durante la reunión mantenida con la plantilla Marcelino hizo hincapié en que «quedan seis finales, posiblemente siete, y es momento de echar el resto». No fue una bronca. El asturiano insistió en que el equipo está exactamente en la misma situación que antes de perder contra el Eibar por los resultados de sus competidores y hay que aprovecharlo, es el momento de ir a tope... Empezando por la Europa League. Pero ojo, que el Arsenal no es ninguna broma. El equipo de Emery da síntomas de haberse deshinchado pero eso es un arma de doble filo. La temporada se les parece haber derrumbado en tres partidos pero la del jueves va a ser una de las noches que van a marcar la temporada. Marcelino, consciente de ello, trata de atajar cualquier tipo de relajación y hoy en su comparecencia presentará la referencia de la eliminatoria ante el Napoli, no la de las últimas tres derrotas en la Premier.

El Arsenal no es ninguna broma. Los gunners tienen armas suficientes para desarbolar al Valencia CF a poco que no sea fiel a sus ideas, aquellas que le han permitido levantarse cuando todo parecía perdido. La referencia del domingo pasado es más que suficiente, y el Eibar de Mendilibar no es el Arsenal. El equipo británico que tiene futbolistas muy peligrosos si tienen espacio para galopar como son Lacazette y Aubameyang. Una manera de definir al Arsenal y calibrar los recursos de que dispone es que Özil, exjugador del Madrid e internacional con Alemania, tiene un papel accesorio, tanto que ha jugado solo el 51% de los minutos en lo que va de temporada. Algo muy parecido sucede con Mkhitaryan.

Eso sí, el equipo de Emery puede llegar a pecar en ataque de lo mismo que peca el de Marcelino, necesita espacio, por ello es vital no dejarles correr. Sin espacios se ahogan y si no ejecutan su juego de presión medio-alta sobre el terreno de juego, sufre. Es un conjunto con mucho fuelle físico, que crea superioridad de cuatro hombres en el centro del campo liberando de tareas defensivas a los delanteros y al media punta, por lo que su juego de transiciones va a exigir el máximo nivel físico del Valencia CF. Sus puntos débiles son claros. El Valencia CF debe buscar la espalda de los tres centrales y tratar de sacar a Koscielny de posición -hay que atacar los puntos intermedios entre Monreal, Sokratis y Koscielny-, una misión para la que hombres como Rodrigo y Guedes se presentan fundamentales.

Un rival con muchos recursos

La ausencia de Ramsey es un dato muy bueno para los valencianistas porque se trata del principal generador de juego ofensivo pero el de Emery es un equipo con muchos recursos y sobre todo, compite. Marcelino espera la mejor versión de los londinenses y también la de Emery, que le ganó la partida a Ancelotti en cuartos con una lección de practicidad y versatilidad. Este Arsenal es capaz de hacerle un destrozo al rival en unos minutos. Buena medida de su capacidad para competir la dieron en la eliminatoria ante el Rennes de la Ligue1. En el partido de ida perdieron 3-1 pero en el Emirates le dieron la vuelta a la eliminatoria ganando 3-0 y eso da buena cuenta de la capacidad para resistir. Otro punto clave está en los carrileros. Kolasinac juega en banda derecha y es un futbolista potente, que va al choque, buen centro y aparece por impulsos. Maitland-Niles es más mixto. El duelo con Gayà y GayàPiccini El Valencia CF se prepara para un reto enorme frente al Arsenal.