El Valencia CF peleará por sus intereses hasta el final. El club está convencido de qué camino seguir y de la dureza del mismo, así como de la dureza con la que se va a expresar. «A muerte hasta que le convenga al club» dicen fuentes del Valencia CF consultadas por SUPER tras saber que la Asamblea General Extraordinaria de la Federación Española de Fútbol ha aprobado el cambio de formato de la Supercopa de España, que se disputará ahora entre cuatro equipos, el campeón y subcampeón de Liga, y el campeón y subcampeón de Copa del Rey. La Supercopa es por tanto a cuatro, entre cuatro equipos, y esto significa que el Valencia CF tendrá que disputar una eliminatoria a un partido antes de la final, a pesar de que como finalista de Copa y al ser el Barça ya campeón de Liga, se había ganado el derecho a disputar la final a un partido ante el FC Barcelona. La Federación votó ayer a favor del cambio de formato en la Asamblea General Extraordinaria, y el Valencia CF, como ya informó la semana pasada, envió un burofax a la Federación anunciando que tomará las medidas legales que estime oportunas. El burofax llegó ayer a la Federación cuando la Asamblea llevaba aproximadamente una hora, y a través del mismo el club blanquinegro hizo saber su postura al respecto ya que al no ser parte de la Asamblea, no tiene derecho a votar. La Federación votó a favor del cambio en el formato por abrumadora mayoría y ahora es el Valencia CF quien moverá ficha.

Pero más allá de la postura firme del club de Mestalla, que la expresará en unos días de manera oficial mientras sus servicios jurídicos analizan cuál es el siguiente paso a dar, llama la atención la respuesta de la Federación al burofax enviado por el club, en boca de Miguel García Caba, Director de la Asesoría Jurídica RFEFCaba informó de la llegada del burofax del Valencia CF y dijo esto sin siquiera haberlo leído: «Son escasas, por no decir prácticamente nulas, las posibilidades de éxito de cualquier hipotética reclamación que pueda hacer algún club porque la Federación es el máximo órgano de gobierno y administración y tiene todas las competencias para la regulación y modificación de las competiciones oficiales, el sistema y la forma de ellas. Éste es el órgano que tiene la competencia y potestad para adoptar cualquier tipo de decisión al respecto». Y atención a lo añade seguidamente: «Estamos hablando de una Federación de muchos estamentos y muchos clubes que se pueden ver muy gravemente afectados porque al hilo de eventuales acuerdos de naturaleza comercial, estamos hablando de decenas y decenas de millones de euros que se podrían eventualmente poner en peligro, y me imagino que en ese caso, los órganos competentes por razón de la materia de la Federación, se podrían plantear algún tipo de reclamación por todos los daños que se podrían ocasionar a la propia federación y a todos estamentos que forman parte de la misma por esa pérdida patrimonial. Son una serie de riesgos económicos que la Federación podría exigir a este tipo de entidades porque tiene que prevalecer el interés general de la Federación sobre el de un club en particular». En pocas palabras, parece decir que si el Valencia acude a la justicia deportiva como puede ser el Comité Superior de Deportes, o el TAD, Tribunal de Arbitraje Deportivo, y le dan la razón, la Federación denunciará al Valencia CF... Es decir, sin haber leído el burofax del club de Mestalla la Federación desliza que en caso de fallo en su contra, el Valencia CF puede ser denunciado por los posibles acuerdos económicos a los que haya llegado la Federación con un país para albergar una Supercopa que no puede organizar.

¿Fuera de la competición?

Y no contento con eso, Miguel García Caba hasta insinúa algo que se puede interpretar como que la Federación podría expulsar al Valencia CF de las competiciones que ella organiza... ¡si los tribunales deportivos le dan la razón! Esto dice el señor Caba: «Además, en esa eventual e hipotética reclamación de un club, aquí también podemos tener, o negarse o torpedear, si se me permite la expresión, ese tipo de participación en las competiciones oficiales que organiza la Real Federación, todo esto puede tener una serie de muy graves consecuencias desde el punto de vista deportivo y competicional, con lo cual podrían ser unos riesgos en los que podría incurrir la entidad que plantee este tipo de acciones».

De momento el Valencia CF seguirá peleando para que se respete su derecho a jugar una final a partido único ante el FC Barcelona, al tiempo que estudia a qué organismo deportivo superior dirige su impugnación de la votación de la Asamblea de la Federación, al TAD o al CSD. Conviene señalar que el Valencia CF no se opone de manera firme al nuevo formato de la Supercopa y hasta añade que en el futuro le puede interesar, lo que hace es defender 'su final', es decir, defender la posibilidad de ganar la Supercopa tal y como la recogen las normas de la competición cuando esta empezó. Se opone a que se cambie el sistema de competición con la competición ya en marcha y sin que se le haya consultado previamente. No se trata tampoco de un problema económico, por más que el reparto para los equipos no sea equitativo, ya que según anunció el propio presidente de la Federación, Luis Manuel Rubiales el Valencia se llevará por participar en la Supercopa de España entre 1,8 millones y 3 millones de euros, según los resultados que obtenga en la competición. Una cifra sensiblemente superior a las que se filtraron inicialmente, que hablaban de un millón para el conjunto de Mestalla, dos para el Atlético de Madrid, y seis para FC Barcelona y Real Madrid, que son los cuatro participantes de la nueva Supercopa. Además, el presidente de la RFEF dejó claro que en caso de disputarse fuera de España no supondrá un gasto extra para los clubes.

Al margen de que la protesta valencianista tiene que ver con el sistema de competición y su derecho a optar a un título, lo cierto es que no gusta en nada que la Federación igual las giras internacionales de partidos amistosos con las finales ganadas en el terreno de juego que siempre se han repartido de forma equitativa entre los finalistas. En el reparto económico actual de la Federación, la diferencia entre lo que percibe el Valencia y el Barça y el Madrid puede ser de 1 a 5. Algo que tampoco se aceptaría en Mestalla.