"No es fácil levantar la moral del equipo para luchar por la cuarta plaza, pero nuestra obligación es levantarnos. El domingo tenemos otra final y tenemos que ganar". Fueron las palabras de Marcelino García Toral después de la dolorosa eliminación de la Europa League a manos del Arsenal. El cuerpo técnico y los jugadores son conscientes de que el equipo no llega al tramo final de la temporada en plenitud mental, física y futbolística. El propio entrenador reconoce que está faltando frescura en la cabeza y en los pies de sus futbolistas a la hora de pensar y ejecutar decisiones en la competición. Sin embargo, no hay tiempo para las lamentaciones. Ni por supuesto más margen de error. Nadie puede bajar los brazos. El equipo está obligado a reaccionar del varapalo europeo, levantarse y seguir luchando «con todo» por una cuarta plaza que ahora todavía si cabe es más importante. Con el sueño de Bakú roto, LaLiga es la única vía abierta para conseguir el objetivo Champions La plantilla del Valencia CF asume que todo pasa por ganar al Alavés en las dos últimas jornadas del campeonato. Seis puntos de seis posibles. No queda otra.

Con esa responsabilidad y exigencia comenzó a preparar el partido el equipo ayer en la ciudad deportiva de Paterna. Marcelino y sus jugadores estuvieron respaldados por el Director General Mateu Alemany y el Director del Área Técnica Pablo Longoria. Mateu fue uno de los primeros en hablar de la necesidad de «animarse» y luchar por las «tres finales que quedan». «Hay que animarse y el partido del domingo es una final absoluta, tenemos tres finales». Alemany no está decepcionado con el equipo porque piensa que «lo dio todo» sobre el campo. Para él, las claves de la eliminatoria estuvieron en el nivel «top» de los delanteros del Arsenal -Lacazette y Obameyang- y el error del empate (1-1) «que no se puede permitir». «Eso, a este nivel, no se puede permitir y eso nos ha hecho mucho daño», reconocía.

No cometer más errores individuales y reducir los goles en contra es la gran asignatura pendiente del equipo para los tres últimos partidos. El Valencia solo podrá aspirar a todo si mejora en defensa. La sangría en las últimas semanas no da motivos para la esperanza: tres contra el Atlético de Madrid en el Wanda, uno ante el Eibar, dos frente al Huesca y siete a manos del Arsenal entre Mestalla y el Emirates Stadium. El equipo no deja la portería a cero desde el 2-0 al Villarreal en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. Fue el 18 de mayo. Hace casi un mes. En Liga el equipo encadena siete partidos consecutivos encajando goles. Desde el 31 de marzo en el Sánchez Pizjuán. Mucho ha llovido. La urgencia es máxima y en el vestuario lo saben.

El golpe del Arsenal fue duro. Las caras de los jugadores a la salida del vestuario eran un poema. Estaban tocados sobre todo por la forma en la que llegó el empate a uno tras un saque de puerta y por la crueldad del resultado. Algo, sin embargo, les animó: los aplausos de la grada después del cuarto gol del Arsenal y justo después del pitido final. Para la plantilla fue reconfortante.

"Pelearemos hasta el final"

Los mensajes de los jugadores durante las últimas horas han ido en ese sentido. «Equipo y afición lo dimos todo, pero no pudo ser. No hay tiempo para lamentarse, estamos jodidos, pero desde ahora a trabajar con la mente puesta en el objetivo», decía Parejo. En la misma línea se expresaba Gayà. «Nos levantaremos!». Garay tiene claro que pelearán hasta el final. «No queda otra que levantarse y seguir, el domingo hay otra final. Pelearemos hasta el final porque quedan cosas muy bonitas por jugar». Paulista promete que irán hasta el final «con todo». «Un sueño se escapa pero más importante es que otros sueños siguen a nuestro alcance. Vamos hasta el final con todo». Ferran Torres resume el sentimiento del grupo. Hay que aprender de esta. «Aprender de los errores y a centrarnos en otra final el domingo». No queda otra.