El Valencia CF se juega la vida este sábado ante un equipo con el objetivo ya cumplido, después de que el Valladolid lograse la salvación matemática en la jornada anterior. En principio esto parece una buena noticia para el club de Mestalla, ya que se enfrenta a un equipo que probablemente jugará sin la tensión máxima de un partido de competición, mientras el Valencia CF necesita ganar para estar en la Champions League la próxima temporada. Una situación que puede ser sin embargo un arma de doble filo si sale a jugar con un exceso de confianza. A lo largo de la historia de la Liga ha habido numerosos casos en los que equipos que no se jugaban nada han acabado con el sueño y los objetivos de equipos que se jugaban todo en la última jornada liguera.

Nos remontamos, para empezar, al último partido de la temporada 2015/16. Aquel día, un Getafe que se jugaba el descenso a la Segunda División visitaba el campo de un Betis que no se jugaba nada y que estaba situado en la mitad de la tabla. El Betis, sin embargo, comenzó ganando 2-0 y un gol de Álvaro Medrán en el minuto 84 para los azulones no pudo evitar la derrota y el descenso del Getafe.

En la temporada 2012/13, la última jornada de Liga deparaba un Zaragoza-Atlético en el que los maños se jugaban la permanencia en Primera. El Atlético viajaba a La Romareda con la tercera posición en el bolsillo y sin opciones matemáticas de alcanzar el segundo puesto ni de bajar al cuarto lugar. El partido terminó con derrota del Zaragoza por 1-3 que confirmaba su descenso. Desde entonces, el club maño no ha vuelto a pisar la máxima categoría del fútbol español.

El Valencia CF venció al Deportivo

El Valencia CF vivió una situación como esta, siendo en este caso el equipo que no se jugaba nada. En la temporada 2010/11 el club de Mestalla visitaba al Deportivo de la Coruña, que se jugaba la permanencia. El Valencia, asentado en la tercera posición sin opciones de subir o bajar posiciones, acabó ganando 0-2 y enviando al Depor a Segunda, un auténtico drama en Riazor, donde apaerció el recuerdo de aquella Liga perdida con el penalti de Djukic, una noche que, de nuevo el Valencia, no se jugaba nada y les estropeó la fiesta.

En la temporada 2004/05, la jornada 38 deparaba un Sevilla-Málaga en el que el club hispalense se jugaba la clasificación para la Champions ante un Málaga en mitad de la tabla. El Sevilla cayó derrotado en su estadio por 0-2 y no pudo alcanzar la clasificación para la Champions, y para colmo en su lugar entró su máximo rival, el Real Betis. En caso de haber ganado, el Sevilla hubiera superado al Betis en la clasificación, ya que los verdiblancos empataron y únicamente les distanciaba un punto antes de esa última jornada.

Celta y Mallorca se median en la última jornada de la temporada 2003/04. El equipo de Vigo se jugaba la permanencia en su propio estadio ante un Mallorca asentado en la mitad de la tabla. El Celta perdió aquel partido por 1-2 y descendió de categoría.

Esa misma temporada, el Real Madrid vivió una situación de estas características en la que salió perjudicado. Jugándose la tercera posición, recibía a la Real Sociedad, equipo que no se jugaba nada en la mitad de la tabla. El Madrid cayó derrotado con un contundente 1-4, lo que le hizo quedar cuarto y tener que disputar una fase previa para acceder a la Champions. En su lugar fue el Deportivo el que se clasificó como tercero y accedió de manera directa a la máxima competición europea.

En la temporada 2001/02, un Zaragoza ya descendido recibía al FC Barcelona, que se jugaba entrar por vía directa a Champions. Sin embargo, un empate a uno le hizo quedar cuarto e ir a la fase previa de Champions. En caso de haber ganado hubiera superado al Real Madrid, que quedó tercero pese a caer derrotado ante el Deportivo también en la última jornada.

Estos son algunos de los muchos casos que sirven al Valencia CF como aviso para no caer en el error de considerar al Real Valladolid un rival asequible por el simple hecho de estar ya salvado. El equipo de Sergio González ha salvado ya su temporada, pero saldrán once contra once, hay que jugar y ganar. Y siempre queda, como recordaba días atrás el presidente del Getafe, la cuestión económica. A la hora de repartir el dinero de la televisión, LaLiga premia también la clasificación de cada equipo.