En el Valencia CF se frotaban las manos con Valencia CFUros Racic. Después de un periodo de adaptación futbolística y cultural llevado a cabo en la Ciudad Deportiva de Paterna y a las órdenes de Marcelino, que si bien no le dio la alternativa -apenas jugó 64 minutos contra el Ebro en los dieciseisavos de final de Copa del Rey- vigiló muy de cerca sus progresos, el centrocampista serbio tuvo un impacto notable desde su primer día en LaLiga 1|2|3. En el Tenerife, a partir del mercado invernal, rápidamente se convirtió en una de las sensaciones del campeonato. Sin tiempo para hacer descompresión -fue ovacionado tras su primera participación en casa-, conectó con la afición del Heliodoro Rodríguez López exhibiendo su potencial desde el primer día. La jugada salió redonda.

El futbolista llegó preparado después de su fogueo en Segunda B, rindió en un contexto más exigente y su rendimiento lo posicionó como un activo interesante en el mercado para un buen puñado de clubes europeos. Desde Inglaterra. El Valencia CF, como informaba SUPER semanas atrás, fijaba su precio entre los 15 y los 20 millones de euros y confiaba ciegamente en que, a tenor del nivel que ha venido mostrando hasta la fecha, el jugador siguiera mostrando sus capacidades en uno de los escaparates más atractivos del momento pero la Euro Sub-21. La hora de la verdad, sin embargo, ha enfriado la revalorización de Racic. El serbio ha pinchado en la medida que lo ha hecho su selección, una de las grandes decepciones del torneo tras morder el polvo ante Austria (0-2), Alemania (6-1) y Dinamarca (2-0). Ligero contratiempo en la hoja de ruta del Valencia CF.