Gonçalo Guedes recordará por siempre 2019: El año del Centenario del Valencia CF. La joven estrella del equipo blanquinegro, que atravesó por momentos difíciles en la primera mitad de la temporada, ha acabado la misma saboreando las mieles del éxito. Con dos títulos en apenas dos semanas. La Copa con el Valencia en la final de Sevilla y, el pasado domingo, la UEFA Nations League defendiendo los colores de SevillaUEFANations LeaguePortugal. A sus 22 años, sólo un jugador de la plantilla valencianista, Ezequiel Garay, cuenta con más galardones que los 11 de Ezequiel GarayGuedes

La suya es la carrera de un niño prodigio.

Desde los ocho años Gonçalo formó parte de la estructura del gran club de su país, el SL Benfica. A los 17, futbolista nacido en la pequeña Benavente, a 60 kilómetros de la capital, ya había debutado con la primera camiseta de los encarnados. Fue en octubre de 2014 cuando el técnico, Jorge Jesus, se decidió a dar la alternativa en un modesto partido de Copa al chico del que todo el mundo hablaba desde que, unos meses antes, deslumbró a los ojeadores europeos conduciendo a los juveniles lisboetas a la final de la Youth League ante el Barcelona. La primera temporada con los profesionales, la 14/15, terminó con el Benfica campeón de la Liga NOS, competición en la que Guedes se estrenó a principios de enero, y de la Copa de la Liga.

Al año siguiente, el hábil y veloz atacante de las 'águilas', sumaría más minutos de juego -alternando protagonismo en las bandas y en el centro de la delantera- y dos títulos más. Nuevamente, la Liga y Copa de la Liga portuguesas. Mes a mes, el impacto del jugador iba siendo mayor. La campaña 16/17 comenzó como un avión, razón por la que en el mercado de enero el PSG no perdió la oportunidad de contratar al talento que había explotado en una primera vuelta de liga perfecta con Benfica jugando como segundo punta. Los parisinos pagaron 30 millones por él.

A partir de ese momento, Guedes empezó a lidiar con las dificultades de tener que compartir, con sólo 20 años, sitio en una plantilla plagada de estrellas y egos. El hecho de aterrizar en invierno, a mitad de curso, no facilitó la adaptación a un equipo tan competitivo. Apenas pudo participar en siete partidos de la Ligue1 conquistada por el Mónaco. Unai Emery le dio más oportunidades en la Copa, aunque el día de la final frente al Angers lo dejó en el banquillo, lejos de la gloria. Más tarde, mientras aguardaba su llegada al Valencia CF en busca del espacio perdido, el palmarés del jugador luso se amplió con la Supercopa francesa. En 2017 jugó 4 minutos antes de concretarse la cesión a finales de agosto. En la segunda, prácticamente apartado del grupo por Thomas Tuchel, no participó. Los de Mestalla acabarían comprándolo por 40 millones, desenredando el culebrón también en los últimos días de mercado.

Dos inyecciones de ánimo

Esta temporada Guedes ha vuelto a sentir la sensación de los títulos después de que el pasado curso en València se rompiera la serie de tres años consecutivos tocando metal en los clubes dominadores de Francia y Portugal. FranciaPortugalCopa del Rey... En suma, Diez -u 11 títulos contabilizando también su último Trofeo de los Campeones con el Paris SG- títulos en el palmarés de un jugador que hasta finales de noviembre no cumplirá los 23. Más de los que tenía a la misma edad el mismo Cristiano Ronaldo, quien por entonces iniciaba con el United una serie de conquistas hoy interminable.

El '7' del Valencia, autor del gol que dio a Portugal la primera Liga de las Naciones doblando la mano de Liga de las NacionesJasper Cillessen se convirtió en uno de los héroes de las celebraciones vividas en Oporto. Gonçalo cogió el micrófono en el balcón del Ayuntamiento y se dirigió a la multitud reunida en la Avenida de los Aliados: «Quiero daros las gracias a todos por el apoyo. Fue fantástico, doy las gracias a la ciudad por ayudarnos a conquistar esta Copa. ¡Somos justos vencedores!».

En Do Dragao Guedes sonrió ampliamente, se sacó esa espina de no haber podido batir al meta del Barça en Sevilla pero, especialmente, se desquitó de las finales anteriores en las que el destino le privó de ser protagonista con PSG y Benfica. Por ejemplo, en mayo de 2015 se perdió el último partido de su primera conquista, la Copa de la Liga, al estar en el Mundial sub-20 de Nueva Zelanda. Al año siguiente sólo jugó 12 minutos por el mismo título y nueve en la Supercopa. Ninguno en la Supercopa lusa de 2016 ni en las finales de Copa y Copa de la Liga francesas. Por fin, en Sevilla -allí completó por vez primera los 90 minutos en una final desde la Youth League- y en Oporto acabó con la maldición.