Santi Mina, quinto fichaje del Celta de Vigo 2019-20, reconoció este miércoles que su marcha al Valencia en el 2015 no fue "la mejor", por eso el delantero entiende que los aficionados del equipo gallego se hayan molestado.

"Un chico que llevaba nueve o diez años en el club que se fuese de esas formas no fue lo más ético ni la mejor forma de haberlo hecho. Yo lo asumo. Vuelvo a ser jugador del Celta y tendré que demostrar dentro del campo para cambiar esos pitos por aplausos", comentó el exvalencianista en una entrevista a los medios oficiales del club.

Para el atacante vigués supone "un orgullo" regresar a Balaídos, y no esconde que el "cariño" que encontró en sus excompañeros fue clave para que aceptara entrar en la operación que acabó con el uruguayo Maxi Gómez.

"El cariño con el que me trata la gente y los excompañeros hizo mucho a la hora de tomar esta decisión. Un jugador lo que quiere es sentirse arropado. Lo he notado durante todos los años que no he estado en Vigo. Para mí volver a vestir la camiseta del Celta es un orgullo y un placer", insistió.

"Mi mejor amigo de toda la vida, Rubén, está aquí. Cuando venía en un parón de Liga siempre estaba con él e incluso cenábamos con Costas, Hugo... También con Iago e Iván Villar. Y Ahora está Denis Suárez, con el que también mantengo una buena relación", añadió.

A Santi Mina le gusta el proyecto que está formando el Celta, pero avisa que "por mucho que nos llamemos tal o cual hay que esforzarse todos los domingos al máximo. Con la calidad que tenemos, si lo damos todo los resultados acabarán llegando".