Álex Blanco no ha tardado mucho en deslumbrar a técnicos y aficionados del Real Zaragoza. El canterano valencianista, que se marchó cedido a tierras mañas tras ampliar su contrato hasta 2021, está en boca de todos tras sus primeros amistosos con el equipo que dirige Víctor Fernández. La temporada promete.

El de Benidorm es un futbolista con muy buenas condiciones y con una gran proyección. Sus últimas temporadas con el Valencia Mestalla fueron muy prolíficos a nivel goleador y de madurez en cuanto al juego y, a pesar de no poder hacerse un hueco en el Alavés, está preparado para un reto de la talla de jugar en un histórico como el Zaragoza y ser un hombre importante en la lucha por el ascenso. Víctor Fernández tiene mucha fe en sus posibilidades y así se lo ha transmitido.

En los primeros amistosos ha visto puerta con suma facilidad y despertado los elegios por parte de la afición zaragocista. Blanco es un jugador que en los últimos años ha crecido mucho y mejorado en muchos aspectos. Ha incrementado -y mucho- su pegada, juega en ambas bandas e incluso por detrás del punta. Su desborde, velocidad y capacidad para tirar diagonales buscando zona de golpeo le hacen un extremo especialmente prolífico actuando por la izquierda a pierna cambiada. «Me gusta estar abierto en la banda para recibir, encarar e ir al espacio» confesaba en una entrevista en el Periódico de Aragón.

En la entidad de Mestalla le consideran un activo importante y buena muestra de ello es renovar su contrato antes de cederlo. Jugar en el primer equipo es muy complicado por la grandísima competencia que hay, pero su paso por La Romareda -donde ya jugó en Copa del Rey con el Valencia contra el Ebro y por ello es campeón- le puede hacer un jugador muy cotizado y convertir en una pieza codiciada.

Tras no poder participar mucho en su préstamo a Primera División -algo que se antojaba muy complicado, ya que llegó a mitad de temporada a un equipo rodado y que peleaba por meterse en Europa-, Zaragoza se presenta como un desafío mayúsculo para él. «Soy joven y tengo mucha hambre y ganas de demostrar, de dar un paso adelante y decir que aquí estoy yo. He venido aquí con toda la confianza del mundo, siempre yendo hacia delante, trabajando día a día y teniendo una mente fuerte aunque salgan las cosas mal, porque es normal que haya altibajos» relataba el extremo