Rubén Sobrino tiene las cosas claras, tiene claro lo que quiere y lo que no. La interpretación de la situación que está viviendo es evidente: no cuenta para Marcelino. Es lo que se ve. El punta se quedó fuera del grupo de 23 que ha viajado a esta mini gira. Lo mismo que Fran Villalba, Racic y Medrán.

Sobrino tiene contrato hasta 2022, llegó en el último mercado de invierno y sólo saldrá si interesa. En caso contrario, no. La oferta y el proyecto son básicos para elegir el próximo destino. De momento, el jugador está tranquilo. Rubén asume su situación con profesionalidad. No juega desde el amistoso ante el Mónaco. No participó ante Sion y tampoco ante el Sporting. En el día a día, no hay problema y trabaja en la ciudad deportiva de Paterna al máximo.

Sobrino llegó desde el Alavés en enero y en su estreno como valencianista dejó un gol y una asistencia en el triunfo (0-2) en Celtic Park, en la Europa League. Después, sólo participó en siete partidos más. El jugador arrancó la pretemporada con ilusión y la intención de reivindicarse, pero no ha tenido margen.