Marcelino García mantiene en el plan para rematar la plantilla la necesidad de fichar un centrocampista que pueda hacer la función de Dani Parejo además de aportar en otras posiciones, un perfil que en la mente del entrenador tiene un nombre propio y es el de Rafinha Alcántara, el futbolista del Barça. El club tiene un acuerdo con el jugador y la operación estaba muy avanzada y lista para ejecutarse cuanto todo se paró provocando una crisis que concluyó con la cumbre de Singapur, en la que se marcaron las prioridades y los pasos a seguir hasta el cierre del mercado.

¿Cuáles son esas prioridades? Tal como hemos venido informando, ahora mismo las dos urgencias que solucionar son la del cuarto central y el lateral izquierdo, en las que trabajan Mateu y la secretaría técnica con objetivos claros como Víctor Laguardia (Alavés) y Álex Moreno (Rayo). A partir de ahí, todo está abierto a lo que diga el mercado en estas últimas semanas, a los movimientos que se puedan acabar produciendo en cuanto a salidas y, muy importante, prestando mucha atención a que los jóvenes talentos de la Academia no salgan perjudicados con las decisiones que se van a tomar hasta quedarse con esos 22-23 futbolistas que iniciarán la temporada. Cuando Marcelino habló de «dos o tres fichajes» desde Leverkusen estaba cerrando el circulo: apuntalar las dos posiciones defensivas y multiplicar las posibilidades en la medular con una alternativa a Dani Parejo. También con un rol muy claro: ofrecer oxígeno -los técnicos no quieren que el capitán tenga que volver a jugarlo todo- y competir con garantías.

El Valencia CF, de hecho, no ha vuelto a reactivar la operación de Rafinha, que se ha marchado de gira por Estados Unidos con su equipo. Central y lateral van por delante y además el máximo accionista exigió a sus ejecutivos que antes de traer un nuevo futbolista hay que clarificar cuál va a ser el papel de otras piezas. Rafinha es, en definitiva, un jugador que se mueve entre la banda derecha y el ataque, aunque Marcelino lo ve también capaz de adaptarse con efecto inmediato a esa posición que ocupa el capitán. Todos los futbolistas en plantilla está claro que no caben. De entrada, hay una decisión tomada y es que Kang In va estar en el bloque definitivo de 22-23. La versatilidad de los hombres de creación y ataque juega en favor de que todo pueda encajar, aunque eso significaría sacrificar a jugadores como Manu Vallejo.

La apuesta por Rafinha, en el epicentro del cisma que ha soportado el Valencia CF en las últimas semanas y que casi se lleva por delante el proyecto, no es fácil pero tampoco se puede decir que esté descartado. Está, por decirlo de alguna manera, sometido a un análisis más exhaustivo, no por la valía del jugador, pese a las dudas que en un principio podía generar la lesión de la que viene, sino por lo mucho que condiciona a otros jugadores por los que también quiere apostar el Valencia CF. A favor está la intención y el deseo del jugador, quien a pesar de toda la problemática desatada en València quiere jugar en Mestalla y está dispuesto a esperar.