Contento con la plantilla a la espera de poder incorporar un futbolista más «que potencie la parte ofensiva del equipo», pero lleno de dudas con lo que pueda ocurrir de aquí hasta el 2 de septiembre, día en que el mercado de fichajes en LaLiga echará definitivamente el cierre hasta el mes de enero. Así es el día a día de Marcelino desde que Peter Lim frenó el acuerdo que había entre Valencia CF y Barcelona para fichar a Rafinha Alcántara, el jugador que había elegido el área técnica para reforzar esa parcela, y especialmente desde que hace una semana Rodrigo Moreno estuvo a punto de convertirse en jugador del Atlético de Madrid.

No lo dice publicamente, pero el técnico ha encajado estas discrepancias con el máximo accionista respecto a la planificación deportiva como una falta de confianza de la propiedad hacia él y su cuerpo técnico, que en estos dos años han logrado clasificar al equipo para la Liga de Campeones. Una situación que no imaginaba en el mes de mayo, cuando lograba el título de la Copa del Rey derrotando al FC Barcelona, y que empezó a fraguarse en el mes de junio, antes de que Lim diera el OK a la operación de Neto y Cillessen pero ya no viera tan clara la de Santi Mina por Maxi Gómez, el fichaje estrella del verano en el Valencia CF.

Marcelino, convencido de que «esta plantilla es mejor que la de la temporada pasada», teme a juzgar por sus últimas reflexiones que el Valencia CF vaya a perder parte de ese potencial con la salida de Rodrigo, con el que sigue trabajando a diario en la ciudad deportiva y que, si no hay novedad en los dos próximos días, podría viajar a Vigo para enfrentarse al Celta. Es lo que le llevó a decir, con más o menos acierto, que quizá habría que «revisar» el objetivo de la temporada: «la forma de actuar si no está Rodrigo nos dirá hacia dónde vamos, si a intentar superarnos o no... Para tener esa obligación el equipo debe buscar un potencial superior, si se debilita, la Champions no debe ser una obligación desde mi punto de vista».

Si hace un año el máximo accionista cerraba el mercado con una inversión importante para traer a Gonçalo Guedes, que por cierto va a empezar a pagar el Valencia ahora, Marcelino duda ahora de que vaya a actuar en consecuencia para traer un delantero del nivel que exige el objetivo del club y una baja tan importante para él como sería la de Rodrigo.

Con Alemany y Murthy

Marcelino y Mateu Alemany se encontraron este martes en la ciudad deportiva con el presidente Anil Murthy, después de la sesión de entrenamiento. La postura de los dos ejecutivos, así como del área deportiva que lidera Pablo Longoria, pasa por reforzar la plantilla especialmente si acaba saliendo Rodrigo Moreno. No existe el mismo convencimiento por parte del máximo accionista, que antes valora la opción de explotar todas las posibilidades que tiene la plantilla, incluyendo ahí a los más jóvenes, Ferran y Kang In. La decisión, sin embargo, no está tomada y estará en función del momento y las posibilidades que ofrezca el mercado en esos días finales.

A día de hoy, Marcelino tiene claro que la incorporación del barcelonista es cada vez más complicada, más después de la lesión de Dembélé, y duda de la apuesta por Kang In para compensar ese vacío. También tiene claro que el delantero puede salir, quedan casi dos semanas hasta el cierre y todo puede ocurrir. En un escenario sin Rodrigo y sin Rafinha, como el que podría darse, las dudas del técnico están más en cuál sería el dibujo final de la plantilla, porque a día de hoy no tiene claro qué posibilidades habrá de invertir en recambios y qué futbolistas habrá disponibles en ese momento, que puede ser mañana mismo o hasta el lunes 2 de septiembre.