El fichaje de Rodrigo por el Atlético de Madrid depende de una manera prácticamente decisiva de que el Milan acabe fichando a Ángel Correa, una negociación tensa que el club rossonero está decidido a mantener hasta el último día de mercado si es necesario. Poco a poco las posturas respecto al precio se van aproximando en torno a los 40 millones fijos más otras cantidades en función de objetivos, lejos de los 55 que de salida reclamaba el club colchonero, y existe en el mercado el convencimiento de que el fichaje se hará aunque puede que no de manera inmediata. El Milan, en la estrategia, sabe que en Madrid están esperando sacar al jugador y sobre todo tener el dinero para firmar a Rodrigo, también juega sus bazas y entre ellas está dilatar las cosas hasta que se acerque el 2 de septiembre.

La gran dificultad para el Milan sigue estando en que no logra sacar a André Silva, por el que esperaba ingresar un mínimo de 25 millones con los que financiar la compra del argentino del Atlético. Después de romperse el fichaje de Silva por el Mónaco, por un problema en la revisión médica, la salida del delantero portugués no es tarea fácil. El club (o Mendes) solo tiene ofertas para sacarlo mediante una cesión, lo que implicría no disponer de ese ingreso que desde el principio era clave para afrontar la operación con el Atlético de Madrid.

El jugador portugués, por el que el Sevilla llegó a plantearse hace menos de un año pagar la opción de compra de unos 40 millones, ha sorprendido además en las últimas horas con un mensaje en su cuenta de Instagram que se ha interpretado como una declaración de que ha decidido continuar en el Milan, a pesar de que no entra en los planes del entrenador. "Insistir, resistir y conquistar", es el mensaje que ha publicado André Silva y que ha generado cientos de comentarios entre los seguidores milanistas.

Estamos ante un escenario que en nada beneficia los intereses del Valencia CF, que de vender a Rodrigo Moreno debía tenerlo claro hace ya semanas. Ahora el club podría verse en la circunstancia de no poder fichar un relevo para su delantero hasta los últimos días de mercado, con un riesgo evidente de no tener para entonces a tiro un futbolista adecuado o incluso no tener tiempo para cerrar el acuerdo y firmarlo.