Daniel Wass se ha asentado como alternativa de seguridad para Marcelino, definitivamente... por si había lugar para las dudas. Su titularidad está fuera de sospecha -por méritos- y su participación es sinónimo de garantía. Más allá de gustos, el danés está protegido por un rendimiento mínimo apreciable. Desde esa regularidad se ha convertido, por ejemplo, en primera opción para el lateral derecho.

La temporada pasada terminó ganándole la partida a Cristiano CristianoPiccini -formó parte del once en la final del Villamarín- y el curso 2019/20 arranca con la misma dinámica. Wass cumple en defensa, aporta una salida fluida y llega con peligro al área rival, para meter el centro o aparecer en posición de disparo. Así, asistió a Kevin Gameiro ante la Real y así casi hace gol en Balaídos. En el balance de las dos primeras jornadas, Wass ha sido el elemento más sólido y ha actuado en tres posiciones, dos por partido: lateral derecho y lateral izquierdo, centrocampista y lateral por derecha. Siempre al servicio del equipo, el danés ha ido creciendo desde la versatilidad hasta cristalizar como punto firme de la plantilla. Por supuesto, es polivalencia, pero la etiqueta empieza a quedarse insuficiente.

En la rueda de prensa previa al Trofeo Naranja, Marcelino advirtió del atasco en la banda derecha, habló del overbooking generado por Soler, Ferran, Kang In y Jason Subrayó el problema para los jugadores, sobre todo. El míster insistió en la participación limitada y no mencionó a Daniel Wass. Tres semanas después, tras la lesión de Carlos Soler (primera opción), Marcelino rearmó el centro del campo con la presencia del danés. Piccini actuó por detrás. En la previa no había dudas en el equipo: Wass iba a ser elegido para hacer de Soler, pese a la especialidad de Ferran Torres o la alternativa de Kang In, con el que probó en el último entrenamiento antes de viajar a Vigo.

Apuesta con mucho mensaje

La titularidad de Wass en Balaídos tiene carga de profundidad. Respaldado por el papel sin fisuras del danés, Marcelino sacudió a Ferran Torres y percutió sobre su discurso. Lo mismo para Kang In. Serán futbolistas importantes... en futuro. En el corto plazo, el míster prefiere extremar la seguridad, aunque eso implique sacrificar el talento, despreciar la apuesta del club o dinamitar la autoestima de los futbolistas. Pese a la oportunidad, Marcelino aprovechó el contexto para insistir en dos cuestiones: Wass tiene su confianza y no habrá facilidades para los jóvenes, a los que preferiría tener cedidos.

Al margen de envites personales está el perfil Wass, fundamental para hacer fuerte una plantilla y absolutamente compatible. El danés le ha cogido el punto al Valencia CF, se siente fuerte y está maduro (30 años). Wass mantiene alto el listón y eso es básico.

Su posición ideal en el Valencia CF

Wass ha empezado el curso jugándolo todo (180 minutos). El danés siempre ha sido valorado como comodín, pero la idea de los técnicos era cuadrarlo como alternativa para la posición de Parejo. En el Celta jugó mucho como interior en el 4-3-3, una posición que no existe en el 4-4-2 de Marcelino. Precisamente, como mediocentro es donde peor ha rendido, porque no es un organizador ni un especialista defensivo. Otra cuestión es la banda, ahí sí que se encuentra cómodo. Su evolución como lateral ha sido un plus