El millar de aficionados que se acercó al Antonio Puchades disfrutó del mejor partido de la primera jornada de Liga. El nuevo Valencia de Irene Ferreras recibía al actual campeón de la Copa de la Reina, la Real Sociedad. El lavado de cara de este verano demuestra la intención firme de regenerarse y borrar la imagen de la pasada campaña, ambiciones demostradas ayer sobre el campo en la segunda mitad. El equipo resurgió de las cenizas de una errática primera parte para igualar gracias a dos goles de Mari Paz e, incluso, pudo haberse llevado la victoria al final.

El partido comenzó con la Real Sociedad asfixiando la salida de balón del conjunto local. La mayor decisión de las pupilas de Gonzalo Arconada encontró pronto el premio del gol, aunque este debió anularse por claro fuera de juego de Nahikari. La internacional española recogió un disparo cerca de Enith a los nueve minutos en posición ilegal. Una lástima que el VAR no pueda aparecer en un encuentro y en una competición de tal nivel. La respuesta no aparecía en un Valencia temeroso y los problemas se acrecentaron a la hora de defender los saques de esquina. Cerca del ecuador Iraia alcanzó a cabecear la pelota, que entró rebotada en Natalia Gaitán en las redes de Enith. 0-2, fue la losa con la que acabó el primer acto.

Calligaris: Fuerza y clase

El conjunto de Ferreras se conjuró en el vestuario con tal de no empañar el debut liguero con el público valencianista de testigo. Y vaya si lo consiguieron. En la segunda parte el Valencia superó en todo momento a la Real Sociedad. Las donostiarras disfrutaron de alguna ocasión por la dinámica de un equipo local que se había volcado contra la portería de Nanclares convencido de que podía remontar el vuelo.

Las blanquinegras adelantaron las líneas, hicieron más amplio el campo y controlaron el juego con dinamismo en el toque. Fue el momento en el que comenzaron a brillar algunas de las caras nuevas de esta temporada, en especial, la polivalente Viola Calligaris. La suiza, capaz de desenvolverse en varias posiciones, se asoció por la derecha con Mónica Flores y ofreció un alarde de sus condiciones tanto técnicas como físicas. El primer golpe de moral llegó por el otro costado, el izquierdo: Beltrán conectó un disparo al larguero y sacó un córner poco después que no acertó a blocar la portera de la Real. Mari Paz, astuta como siempre en el área, cabeceó a gol (1-2) en plancha.

El Valencia atravesó sus mejores momentos. Una acción de raza y clase de Calligaris derivó en un servicio a la derecha para Flores. El centro de la mexicana lo remató con la testa a las redes en el segundo palo la goleadora Mari Paz. Los blanquineras siguieron siendo mejores, si bien el cansancio ofreció un par de oportunidades a la Real. Cubedo salvó la más clara de Nahikari bajo los palos. Coleman