Thierry Rendall Correia forma parte de una de las generaciones más sustanciales de la historia de Sporting, al menos, de la cronología reciente. El lateral viene con sello de calidad. La etiqueta no es cualquier cosa en club acostumbrado a marcar la pauta en categorías inferiores, famoso por alumbrar cracks como Figo o Cristiano Ronaldo. La lista de leones es impresionante. Entre los campeones de la Eurocopa de 2016 había diez jugadores criados en su academia. El ejemplo es una pasada. En los últimos años, el proyecto de fútbol base de Benfica está arrasando a través de la expansión de Seixal, pero -en Portugal- el centro de formación por excelencia está en la localidad de Alcochete, frente a Lisboa, al otro lado del estuario del Tajo. Tradición optimizada desde junio de 2002, cuando Sporting inauguró un moderno complejo deportivo, imponente por envergadura, formidable por su equipamiento y premiado por su sistema, más allá de los títulos. Nacido en Amadora, Thierry fue captado por Sporting en el Damaiense, hace una semana puso fin a 10 años extraordinarios en Alcochete para dar el gran salto al Valencia CF.

Longoria tenía bien controlado a Thierry desde cadetes. De hecho, hizo informes sobre el futbolista durante su etapa como talent scout de la Juve. Pablo es uno de los padres del fichaje. Correia y la generación del 99 llevan mucho tiempo dando que hablar, acumulando éxitos y récords, haciendo historia para Sporting y para Portugal. Técnicos de todo tipo han coincididio siempre: no hay un Cristiano, pero la camada tiene fuerza por número, por variedad, por mentalidad competitiva y por nivel medio, alto. El lateral izquierdo de los Wolves, Rúben Vinagre, fue el primero en dejar Alcochete, con16 años se marchó al Monaco. Luego llegó el turno de Al Hassan, cazado por la Lazio. Rafael Leão, otro cañón, amigo inseparable de Thierry desde los 10 años, ha fichado por el Milan tras explotar en el Lille. Tiago Djaló también vale como referencia. El central es un año más joven (2000), pero formaba parte de la familia; se marchó al Milan sin debutar con el primer equipo. Ahora juega en el Lille y habrá reencuentro en Champions. Cruce de caminos.

El salto más complicado

No todo es de color rosa. Leandro Tipote está sin equipo. El chispeante Elves Baldé juega cedido en el Feirense (segunda), el playmaker Daniel Bragança ha decidido abrirse camino en el Estoril y otros talentos como el lateral derecho Joao Oliveira o los dos jugones Tomás Silva y Nuno Moreira, que están en el Sub-23 de Sporting. Mantener la progresión es complejo. Tras el traspaso de Thierry, Miguel Luís y Luís Maximiano son lo únicos con estatus de primer equipo para el curso 2019/20.Adversario de Joao Félix

El reto es llegar y asentarse, responder a las expectativas y completar el proceso hasta la élite con éxito. La generación del 99 leonina rompió para el gran público en la Youth League 2017/18, pero venía arrollando en Portugal. Forjados en la derrota en categoría Sub-15, un curso después (2016), replicaron proclamándose campeones en la categoría Nacional Juniores B y encadenaron el título Nacional Juniores A en 2017, con la ayuda de nombres relucientes como Merih Demiral (central de la Juve), otro futbolista controlado por Longoria, cuya cotización se disparó hace diez meses. En esa estapa Sub-19 dejaron un registro récord durante la primera fase del campeonato con 21 victorias en 22 partidos; mejor ataque y mejor defensa, sólo cedieron un empate. En la fase final sufrieron un par de derrotas, pero ahí queda la huella de bloque granítico, casi insuperable. La historia gana en mística atendiendo a la calidad de sus adversarios. Por un lado el Benfica de Joao Félix, Florentino Luís, Gedson, Jota, José Gomes, Mésaque Djú o Nuno Santos. Otra bomba de equipo. Por otro, el Porto de los diogos: Diogo Costa, Diogo Dalot, Diogo Queirós y Diogo Leite. Costa, Queirós y Leite fueron fundamentales en la Youth League ganada la temporada pasada. Además, también estaba el Braga de Trincao. Todos son generación 99, todos sumaron para formar la selección portuguesa que conquistó la Eurocopa Sub-17 de Azerbaiyán (2016) y repitió dos años después en el Europeo Sub-19 de Finlandia. LaLiga, el Valencia y la Champions es otro nivel, pero Thierry no es una apusta cualquiera.