Stamford Bridge fue trabajo en equipo en su máxima expresión. El paso al frente de los futbolistas fue irrebatible. Superada la sacudida provocada por el cercenamiento de Marcelino, el vestuario manifestó su ADN competitivo y su compromiso. Por encima de todo está el Valencia CF. Ese fue el mensaje. Desatada la caza de brujas, los jugadores interpretaron el mejor discurso posible. La victoria, contrapronóstico, tiene un trasfondo valioso en clave presente, con proyección futura: el equipo está vivo y Albert Celades ha ganado margen de confianza. El entrenador ha conquistado esa posición desde la moderación y la prudencia, con decisiones bien calibradas. Celades ha sido sensible con la situación, ha respetado los tiempos y los futbolistas lo han reconocido como un aliado y no como un elemento hostil.

Desde la mesura, la intención ha sido ofrecer soluciones. La visita al Camp Nou no ofrecía margen, sólo pudo dejar un par de pinceladas desde la continuidad. Ante el Chelsea empezó a tomar decisiones. Celades acorazó el centro del campo a través de Coquelin, Kondogbia y Parejo; reforzó con acierto la estructura para amortiguar la potencia del rival. Con la suplencia de Gonçalo Guedes mandó un mensaje rotundo: respeta el estatus de cada uno, pero la posición no está garantizada para nadie. El circuito imprescindible vencer-convencer, convencer-vencer se ha activado. Las dos partes se han tendido la mano.

Celades sabía lo que se iba a encontrar, porque ha estado en vestuarios de equipos grandes como futbolista. La sospecha era natural y es absurdo negar la evidencia. Su forma de liderar es distinta a la de Marcelino y su huella permanece, pero la idea no es rehuir, al contrario; la intención es exprimir y mantener vivas las virtudes heredadas, aprovechar la fibra de equipo ganador -potenciada desde la final de Sevilla- e ir integrando nuevos conceptos. Stamford Bridge marca el paso. Celades volvió reforzado.

El siguiente paso, Leganés

La victoria ante el Chelsea es todo potencia. Los líderes del vestuario se han abierto a las ideas del entrenador. Los jugadores le escuchan y están dispuestos a ejecutar. El 4-4-2 en defensa, pero 4-3-3 en ataque para morder sobre las debilidades del Chelsea, pero mantener fresco a Rodrigo en ataque, fue bien acogido. El Valencia CF fue de menos a más hasta asentarse, coger confianza y golpear sobre una de las debilidades marcadas en los informes sobre los ingleses: el balón parado. Los cambios también tuvieron su efecto positivo.

La integración total de Celades dependerá de los resultados, tiene que seguir acertando, pero ya ha dado un par de pasos en la dirección adecuada. La expectativa de innovación en el statu quo? le favorece. El marco de oportunidades puede regenerar la competencia. Las heridas abiertas con el club no están cerradas, pero las palabras de Parejo -aunque exageradas- son auténticas: «Estamos a muerte con Celades».

Las claves

Celades ha sido sensible con la situación del vestuario, ha respetado los tiempos y los futbolistas lo han reconocido como un aliado y no como un elemento hostil

El entrenador ha conquistado esa posición desde la moderación y la prudencia, con decisiones bien calibradas

Con la suplencia de Guedes mandó un mensaje rotundo: respeta el estatus de cada uno, pero la posición no está garantizada para nadie

El triunfo ante el Chelsea es todo potencia y le permite trabajar con la victoria como garantía