Jugar con dos, con tres o con cuatro son todas opciones válidas, de lo que se trata es de acertar en la medida de lo posible con el perfil de los jugadores que forman esa línea de centro del campo en cada partido y ante cada situación. Y rara vez será lo mismo enfrentarse al Chelsea en Londres que al Leganés en Mestalla. Por eso, la tan celebrada y exitosa propuesta de Stamford Bridge acabó haciendo aguas en este regreso a LaLiga, en la que el Valencia CF no solo fue incapaz de romper el empate sino que además apenas dio muestras de saber cómo hacerlo.

La lentitud de Celades para dar a sus jugadores una solución que les ayudara a ganar el partido fue exasperante. Primero sacrificó a Maxi Gómez para dar entrada a Kang In. Mantenía así a Kondogbia y Coquelin junto a Parejo más allá de la primera hora de partido y sin atender las señales alarmantes que le enviaba su equipo, incapaz de romper la barrera defensiva rival ni por el medio ni por los costados. Solo al final, ya con el agua al cuello, quitaba a uno de los mediocentros, en este caso Coquelin, para dar entrada a Ferran. Muy tarde, pero si el Valencia CF pudo ganar el partido fue precisamente por ahí, en una llegada ahora sí clara del extremo que sin embargo ponía el pase a Rodrigo demasiado fuerte para que lo pudiera empujar a gol.

No mereció en líneas generales mucho más que ese punto el equipo de Albert Celades, que desaprovecha así una oportunidad magnífica para engancharse en LaLiga en una tarde extraña, de calor sofocante y protestas en la grada contra el propietario del Valencia CF.

Cero puntos y un gol en cuatro partidos era la pobre estadística del Leganés cuando salió a jugar en Mestalla, un dato a tener en cuenta para todo excepto relajarse y pensar que, siendo tan malos, no nos van a marcar. Fallaron la primera, cuando dejaron solo a Siovas a la salida de un córner para que rematara torpemente de cabeza. Estrellaba después Óscar Rodríguez en el poste un lanzamiento de falta y dos minutos después, en el 26, era Braithwaite el que volvía a rematar de cabeza sin marca ligeramente alto. En el 35, sin embargo, el cuadro pepinero lograba acertar cuando Óscar Rodríguez batía a Cillessen tras recoger un rechace de Carrillo, cuya posición dudosa resolvía el VAR concediendo el gol.

Era el empate a uno porque antes, en el 21, Parejo había adelantado al Valencia al transformar un penalti por caída de Rodrigo casi sobre la misma línea del área, pena máxima concedida también después de tres minutos de incertidumbre y análisis. No era casualidad ninguna que fuera el delantero el que decantara la balanza porque era el único que en esa primera mitad engrasaba el ataque, desapaercido Guedes como ultimamente es habitual.

Con mucho tiempo por delante todo tenía arreglo, pero la segunda mitad del Valencia CF fue decepcionante, con un dominio absoluto del balón que no hacía más que reafirmar su impotencia para generar peligro en la portería de Soriano. Apenas un fogonazo de Guedes, un disparo de Parejo al que respondió el defensa Bustinza lanzándose a despejar bajo los palos y esa acción entre Ferran y Rodrigo... Ni siquiera el coreano logró generar confusión en le cada vez más poblada defensa visitante. Al final, una contra del Leganés estuvo a punto de darle la victoria, lo que habría sido el colmo. Cillessen lo evitó al rechazar el disparo de Kevin Rodrigues y ahí se acabaría todo con aplausos al equipo y de nuevo bronca al palco. Es lo que hay.

Ficha técnica:

Valencia: Cillessen, Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà (Jaume Costa, 56'), Coquelin (Ferran Torres, 83'), Parejo, Kondogbia, Guedes, Maxi Gómez (Kang In Lee, 59') y Rodrigo.

Leganés: Juan Soriano, Aitor (Awaziem, 58'), Bustinza, Omeruo, Siovas (Rodriggues, 72'), Silva, Óscar, Rubén Pérez, Recio, Braithwaite y Guido (El Nesyri, 79').

Goles: 1-0, m. 21: Parejo, de penalti. 1-1,m. 35: Óscar Rodríguez.

Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Amonestó por el Valencia a Kondogbia, Ferran Torres y Gabriel Paulista, y por el Leganés a Recio, Siovas y Rubén Pérez.

Incidencias: encuentro disputado en Mestalla ante 39.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en el temporal que asoló la Comunitat Valenciana la pasada semana.