La cuenta atrás para Mateu Alemany, la otra 'M' del proyecto, ha comenzado a partir del despido el pasado miércoles de Marcelino, el entrenador por el que él mismo había apostado en el momento de hacerse cargo de la dirección general del Valencia CF hace dos años y medio. Tiene contrato hasta el próximo 30 de junio de 2020 y una penalización altísima que debería pagar si decide unilateralmente marcharse, seis millones, pero hay motivos para pensar que no seguirá en el club hasta final de temporada después de un verano del que su relación profesional con el máximo accionista sale muy deteriorada.

Después de cambiar de técnico con solo tres jornadas disputadas y a punto para el estreno en la Champions esta es una de las grandes incógnitas que faltaría por despejar en estos momentos, aunque hay señales que invitan a pensar en una solución a corto o como mucho medio plazo. No haber participado en una operación de la magnitud del posible traspaso de Rodrigo Moreno al Atlético de Madrid, ni en la decisión de destituir a Marcelino (él desde luego no la habría apoyado nunca) ni tampoco en el fichaje de Albert Celades son detalles más que suficientes para pensar que ahora mismo Peter Lim, además de cambiar el modelo de gestión por su cuenta y riesgo, ha dejado a su principal ejecutivo a un lado en las cuestiones más importantes que tienen que ver con el proyecto deportivo. Es algo que no había ocurrido en los dos años anteriores y que va contra los términos del acuerdo que adquirieron en su día las dos partes, y que en todo este tiempo ha dado resultados más que evidentes: dos años en Champions League y campeones de la Copa.

Él ha sido el líder de este proyecto, el que había llevado todas las negociaciones con la única excepción del fichaje de Gonçalo Guedes que hasta este mes de junio el propietario aprobaba sin poner apenas objeciones. La cosa, por decirlo de alguna manera, funcionaba y el equipo salía del túnel en el que se encontaba cuando Lim apostó por el mallorquín. Ahora Mateu queda en una situación complicada en el aspecto profesional y también personal. Por un lado, el director general sabe que su presencia puede ser de gran ayuda para el vestuario en un momento muy delicado, se podría decir que necesaria dada la confusión que ha generado la marcha de Marcelino y su cuerpo técnico. Por otro, tampoco es de su agrado estar por estar, ser oficialmente director general pero sin tener peso en las decisiones que se están tomando en el Valencia CF y que afectan al presente y al futuro de la plantilla. No es su estilo.

Negociar una salida

Alemany, salvo giro inesperado en los acontecimientos, tiene decidido que no va a continuar en el Valencia CF y su intención es negociar una salida con el club. En realidad, a lo largo del verano lo ha intentado todo para que se llegara a un entendimiento entre él mismo y Marceliuno con el máximo accionista, viajó varias veces a Singapur, pero no ha podido evitar que los acontecimientos se desataran. Buscará ahora una salida que evidentemente no lleve consigo el pago de los seis millones de euros de su cláusula liberatoria.

Su vinculación con Marcelino García, tal como explicó el propio entrenador en su rueda de prensa de despedida, va más allá de lo profesional, ambos han trabajado codo a codo durante este tiempo y la salida de uno muestra el camino que ha de seguir el otro. Su idea, no obstante, no es forzar un despido, sino más bien ayudar en todo lo que pueda durante estas semanas de transición después de un golpe tan fuerte que ha sacudido los cimientos de esta plantilla. Ahora mismo nadie como él puede transmitir confianza y tranquilidad en la medida de lo posible a los jugadores durante el tiempo que sea necesario, tiempo que ahora mismo es aventurado decir cuánto será.

La intención del propietario, tal como publicamos días atrás, es que Mateu Alemany siga en el Valencia CF al menos hasta final de temporada, pero el mes de junio parece demasiado lejos como para que esta situación se pueda mantener.

Longoria, en las mismas

Pablo Longoria, una apuesta de Mateu y Marcelino para organizar el área técnica del Valencia CF y la captación de jóvenes futbolistas, se encuentra en las mismas que Alemany y sus días en el club pueden acabar de la mano del propio director general. Y con él gran parte del trabajo realizado en el último año y medio.