Por categoría, por personalidad y por identidad, reponer dos figuras como Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong es difícil, incluso para un equipo acostumbrado a vender y reponer a sus mejores talentos. El Ajax quedó en una posición delicada tras la salida de sus dos banderas, central y mediocentro. La sensación de vacío se multiplicó con el adiós de Schöne, hombre experto, el centrocampista de equilibrio.

Seis jornadas de Eredivisie después, tras una Supercopa ganada al PSV, dos rondas previas superadas y una noche de Champions El Ajax ha pasado momentos agónicos en estas primeras semanas, pero se siente fuerte y ese es el mensaje que traslada su vestuario. El trauma no lo es tanto porque a la sombra de De Ligt y De Jong había un proyecto, un estratega astuto -Erik ten Hag- y futbolistas igual de importantes o más como Hakim Ziyech El interior reapareció el domingo ante el PSV -tras cerca de un mes lesionado- y llegará rodado a Mestalla. Ten Hag recupera a un elemento fundamental, capaz de dar una dimensión mayor al equipo por agresividad, creatividad y pegada. No hay nada caprichoso en el interés del Madrid. Tiene nivel.

Dest ha mejorado a Mazraoui en el lateral derecho, Veltman no brilla como De Ligt, pero aporta soluciones prácticas y contundencia. Lisandro, central, ha tomado el pivote, Blind mantiene la posición y el ex de Defensa y Justicia mejora a Schöne a la hora de proteger y no está tan lejos con balón. Edson ha sumado fuerza y llegada, Promes es peligroso cerca del área... pero los fichajes no jerarquizan como lo hacía De Jong. La ausencia la puede amortiguar Van de Beek. Ten Hag tiene una doble función reservada para él y puede cuajar: puede ser interior creativo y mejorar la creación jugando cerca de Lisandro o mantener su rol de mediapunta mordedor del curso pasado. Van de Beek, cuyo techo no es fácil de fijar si aprovecha la vacante de De Jong, considera que el bloque -campeón de todo en Holanda- ha dado un salto gracias a la experiencia del curso pasado en Champions, donde fueron semifinalistas. El interior entiende que la temporada pasada estaban más verdes, ahora son «más competitivos».