Francis Coquelin se ha convertido en uno de los cimientos sobre los cuales Albert Celades construye su nuevo Valencia. El mediocentro francés ha vuelto a dar la cara en situación adversa y de reponsabilidad como la que atraviesa la entidad de Mestalla ganándose la confianza del entrenador y de una afición que el pasado sábado contra el Alavés coreó su nombre en la gradas después de otra exhibición de potencia física, colocación, recuperación, criterio a la hora de sacar el balón y esfuerzo máximo. Hace mucho y bien. Su profesionalidad está fuera de toda duda. Era uno de los pilares de Marcelino García Toral y ahora tira del carro del equipo de Celades. La sensaciones en el campo le dan la razón. Los números también.

El francés es junto a Dani Parejo el único jugador de la plantilla que ha superado la barrera de 600 minutos con Celades en el banquillo. Suma 604 minutos por los 630 del capitán. Ambos se encuentran un escalón por encima de los Gabriel Paulista (585'), Rodrigo Moreno (581'), Daniel Wass (547') y Rodrigo MorenoDaniel WassJasper Cillessen. Coquelin ha participado en los siete partidos como titular. Una condición de intocable que solo comparte con Parejo y Rodrigo. Cinco de los siete partidos los jugó de principio a fin. Celades tan solo lo ha sentado en el minuto 84 del empate (1-1) frente al Leganés cuando el equipo buscaba el gol de la victoria a la desesperada y en el minuto 70 del Valencia-Ajax cuando el resultado ya era de 0-2 y el técnico tenía un ojo en el Alavés por la lesión de Geoffrey Kondogbia.

Coquelin es sinónimo de rendimiento en cualquiera de los sistemas que Celades ha empleado desde su llegada. Brilló en Stamford Bridge en el trivote del 4-3-3 ofensivo y al mismo tiempo fue clave en las victorias contra el Athletic y el Alavés con 4-4-2. Su último partido fue una exhibición de recursos sobre el campo. Primero, de mediocentro defensivo como complemento y sustento de un Parejo cansado y irregular en la entrega y desde el minuto 70 ejerciendo de interior con la entrada de Mouctar Diahkaby. Fue el futbolista que más balones interceptó y más entradas exitosas completó. Una exhibición de facultades que lo consagró como uno de los mejores stoppers de la jornada en LaLiga. El francés entró en el 'top 5' de la semana con un ratio estadístico de 7,5 según el portal de estadísticas WhoScored. Justo la misma nota que el madridista Casemiro. Solo tres medios defensivos del campeonato lo superaron en registros totales: Arturo Vidal del Barcelona con 8.3, Okay Yokuslu del Celta de Vigo con 8.0 y Nemanja Maksimovic del Getafe con 8.0.

Mestalla se rindió a su eficacia y trabajo incansable en el centro del campo. El valencianismo coreó su nombre en un cántico que llegó al corazón del francés, al que para siempre se le recordara por su comportamiento casi extraterrestre en los últimos minutos de la final de la Copa del Rey contra el Barcelona. Que se lo pregunten a Leo Messi. Francis agradeció el gesto de la grada a la finalización del partido contra el Alavés. «Desde el primer día que llegué Mestalla me ha hecho sentir querido. Intento dar cada partido lo máximo para el equipo y para ellos, y cuando eso ocurre me siento orgulloso de poder vestir esta camiseta cada partido. Es muy especial», decía agradecido a la gente.

Pero Coquelin no sería Coquelin si pensara antes en sí mismo que en el equipo. El francés siempre antepone lo colectivo a lo individual. Es su forma de vida. Por eso su gran satisfacción era el resultado y el premio que supone a nivel clasificatorio y sobre todo anímico. «Respondimos bien en un partido difícil. Esta victoria nos va a ayudar en Mestalla, necesitábamos también una victoria en casa y la afición volvió a estar muy bien con nosotros, apoyando desde el minuto uno. Es una victoria importantísima antes de ir a enfrentarnos al Atlético con el objetivo de intentar ganar». Con Coquelin en el campo será más fácil.