En mayo de 1949 un Valencia CF colosal conquistó la Copa en Chamartín gracias a un gol de Epi. La final frente al Athletic significó el epílogo del eléctrico extremo en el equipo. Pero para los compañeros el título derivó en un capítulo extra, la Copa Eva Duarte disputada el 12 de octubre del mismo año contra el Barcelona en el estadio Metropolitano de Madrid. El equipo entrenado por Quincoces custodió durante un año el trofeo en honor a Evita, mujer del presidente argentino, después de un duelo épico en el que remontó un 4-2 en contra. 70 años más tarde, pese a la oficialidad que le otorga la Real Federación Española de Fútbol, el club sigue sin incluir entre su palmarés la Copa Eva Duarte de Perón. Una copa olvidada, casi maldita, desde la muerte de la argentina con sólo 33 años a causa de un cáncer de útero.

Como sucede hoy en día con la Supercopa, la Eva Perón generaba un interés menor entre sus contendientes. Alrededor de 13.000 espectadores se citaron el 12 de octubre de 1949 en el Metropolitano -el Atlético hizo un guiño en 2017 a su pasado recuperando la denominación del estadio en el que jugó entre 1923 y 1966- para presenciar la tercera final por el título que habían inspirado tanto la gira por España de San Lorenzo de Almagro, campeón de Argentina, como las relaciones comerciales con aquel país. El partido se jugaba en miércoles, la Liga no se pararía y los técnicos de Valencia y Barcelona recurrieron a unos cuantos de sus excelentes suplentes.

En la primera edición de 1947, disputada en junio del 48, los blanquinegros habían caído ante el Real Madrid, que venció 3-1 haciendo estéril el tanto de Vicente Seguí en Chamartín. Esta vez, en cambio, el vestuario se sacó aquella espina arrasando a la fuerza al Barça. A pesar de llegar perdiendo 2-4 al minuto 75, los de Quincoces empataron forzando la prórroga. Hasta ese momento Giraldós, Mena, Igoa y Pasieguito habían anotado las cuatro dianas. En la media hora de añadido el Valencia pasó por encima con tres goles más, dos de Igoa y otro del joven Fuertes. Tonín, Puchades e Igoa, que sentó en el banquillo a Mundo, firmaron una tarde memorable.

Luis Casanova, con la Copa Eva Duarte en 1949, con el paso del tiempo, el título olvidado

Aquel equipo, en el que empezaban a emerger valores de cantera como Puchades, Seguí y Tonín Fuertes, coronó por primera vez al Valencia como súper campeón de España. La siguiente llegaría medio siglo después también contra el Barcelona. A doble partido en 1999. No obstante, la euforia en la caseta del Metropolitano fue contenida. A la mañana siguiente el equipo debía viajar sin demora hacia Sevilla, donde el domingo había jornada de Liga. Luis Casanova se dirigió feliz a la zona donde aguardaba la prensa, y con el cuarto puro de la tarde entre los labios. Un signo no sólo de su adicción, sino también de la emocionante final. «El Valencia ha ganado por moral y por fondo. Nuestro equipo supo resolverlo y, sin duda, la clave ha sido la juventud», comentó el presidente.

A la izquierda, el palmarés de las siete ediciones. A la derecha, Asensi recogiendo la Copa en el Metropolitano

En el marco de las ayudas de trigo y carne procedentes de Argentina a la España de la posguerra, y poco después de la visita del presidente y su esposa en junio del 46 a Madrid, la Federación aceptó la donación del trofeo que realizó el embajador Pedro J. Radío. Y adoptó la Copa Eva Duarte oficialmente como «premio al vencedor de una final entre los campeones de Liga y Copa». «Precedente oficial» inmediato de la Supercopa de España, vigente desde 1982. Los textos de la RFEF en las previas del torneo en los últimos años -por ejemplo, 2014, 2015 o 2016, que se ve a continuación- no dejan lugar a la duda sobre la oficialidad de las siete ediciones hasta 1953.

La Copa Eva Perón ha sido la gran olvidada del fútbol español. Athletic Club y FC Barcelona la reconocen con honores en su palmarés. El club catalán, incluso, reelaboró una réplica que luce en su museo. En cambio, como el Valencia CF, las webs oficiales de Atlético y Real Madrid no la contabilizan entre sus éxitos. En lo referente a la entidad del murciélago, se trata de un olvido heredado también por anteriores directivas. En la actualidad este título catalogado como «oficial» por la Federación, la primera Supercopa conquistada a finales de los años 40, no está en sus vitrinas. Ni tampoco apareció representado en la imagen que el club confeccionó para el Centenario con el grueso de títulos, entre ellos el galardón de la IFFHS como número uno del ranking mundial en 2004, junto al escudo dorado diseñado para tan especial año. En dicho cartel, por cierto, faltó también la UEFA Intertoto Cup lograda en 1998.

Probablemente, una réplica habitó en los amplios aparadores de la vieja sede que diseñó el mítico gerente Vicente Peris, situada en Reino de València. Después los trofeos disfrutaron también de la holgura de la sala que había en la Avenida de Aragón, al lado del estadio. Sin embargo, con los traslados de oficinas, en especial a mediados de los 90, pudo extraviarse como pasó hasta su recuperación en 2017 con la bandera fundacional, gran reliquia valencianista. Fuentes del departamento de patrimonio del Valencia CF indican que hoy trabajan en la recuperación y en la elaboración de un inventario de trofeos y objetos que llevaban décadas sin desempolvar.La réplica que el FC Barcelona luce en su museo