Maxi Gómez y José María Giménez han llegado de la selección con el tiempo justo para el Atlético-Valencia. Pero ninguno de los dos uruguayos se lo va a perder. Uno y otro son piezas fundamentales para sus entrenadores. Albert Celades ha encontrado en el ex de Defensor Sporting al rematador ideal de un juego de ataque que pretende potenciar. Mientras tanto, para Diego Simeone el defensa formado en Danubio es el líder natural de la línea rojiblanca más importante. El heredero de Diego Godín, quien se marchó al Inter de Milán este verano tras un ciclo de nueve años.

El carácter charrúa es garantía absoluta de combate. Siempre. En el cara a cara entre ambos, buenos amigos en las concentraciones del combinado dirigido por Óscar Tabarez, saltarán chispas este sábado en el Wanda Metropolitano. Maxi y Giménez, de bromas en el avión de regreso del último amistoso en Perú, convivirán en poco más de 24 horas cuerpo a cuerpo sobre la hierba. Ninguno rehúye a los duelos. Todo lo contrario. Poderosos en el aire, altos y corpulentos, hacen del contacto y su fortaleza una virtud. El primer gol del '22' blanquinegro al Alavés, resistiendo las embestidas del rival antes de cruzar la pelota ante Sivera, es el perfecto ejemplo de la obra de un delantero tanque.

Sin embargo, el duelo va más allá de una batalla charrúa. Es el choque entre dos de los jugadores en mejor forma de la Liga. Giménez tan sólo se ha perdido 90 minutos en los diez partidos oficiales: el partido en Mallorca, donde el 'Cholo' dio descanso al bastión de su zaga. A pesar de que en Palma los rojiblancos tampoco encajaron goles, sin duda, el de Toledo -área metropolitana de Montevideo- es uno de los causantes de la solidez defensiva de su equipo. Los del Cholo, con cuatro dianas encajadas en ocho partidos, son los menos goleados junto al Athletic. Con Giménez la portería quedó a cero cinco veces.

Por su parte, la relevancia de Maxi en el ataque del Valencia no desmerece. Autor de cuatro goles, el de Paysandú lidera la tabla de artilleros en compañía de MaxiParejo, que ha anotado cuatro penaltis. Asimismo, sus tantos contra Getafe y Alavés han colaborado en gran medida en la suma de cuatro puntos, así como su actuación en la victoria de San Mamés. Maxi ha revitalizado el juego ofensivo en el nuevo rumbo con Celades en el banquillo.

Este sábado será la cuarta vez que Maxi y Giménez se enfrenten en España. Jamás lo hicieron en su país debido al descubrimiento tardío del artillero. Defensor lo encontró con 17 años en el equipo decano de Paysandú, el Atlético Litoral. Así que Maxi no pasó por las inferiores de la selección ni por el Mundial sub-20 de 2013 en Turquía, donde Giménez jugó como lateral derecho y Uruguay cayó en los penaltis frente Francia (4-1). Desde hace dos años son buenos amigos en la absoluta, compartiendo vestuario en el Mundial de Rusia o la Copa América 2019. Giménez y Maxi son el aire fresco en el grupo de Tabárez. El central, niño precoz, tiene allí su espacio desde los 18 años, edad con la que fichó al Atlético. Comparte casi desde entonces eje de la zaga con Godín (33 años). Maxi, por su parte, afronta un reto similar, el de afianzarse al lado de Cavani y Suárez