El Valencia Mestalla no pudo con la SD Ejea en un duelo que se puso muy cuesta arriba desde el principio. Si al equipo de Chema Sanz ya le está costando hacer goles esta temporada, el hecho de encajar dos goles en cuestión de quince minutos fue una losa imposible de levantar. A pesar de remar toda la segunda parte y enviar dos balones al travesaño, el filial no pudo siquiera maquillar el marcador.

El equipo llegaba con el mal resultado cosechado en tierras británicas en la Premier League International Cup ante el Wolfsburg y con la intención de encender el modo liguero y jugar como contra el Nàstic de Tarragona para buscar una necesaria victoria.

El duelo empezaba con un jarro de agua fría muy tempranero a causa de un gol de Manu Molina en el minuto 3 batiendo a un Emilio Bernad que era titular por la ausencia de Cristian Rivero, que venía de ser suplente con el primer equipo en el Wanda Metropolitano. El golpe no vendría solo y cerca de diez minutos más tarde, el Mestalla recibía otro severo golpe por parte del veterano Mainz que estiraba la distancia en el marcador y mandaba a los valencianistas a la lona.

El noqueo duró unos minutos y el cuadro valencianista despertó en el tramo final de la primera parte para intentar reducir distancias. Jordi Sánchez lo llegó a tener cerca, pero su gran remate de chilena lo blocaba el portero. Sin éxito en los intentos por marcar se llegaba al descanso.

La segunda parte iba a ser un reflejo de la temporada, un constante quiero y no puedo. Las entradas de Koba y Yunus le dieron más ritmo al equipo, que buscó con ahínco marcar para darle emoción al choque, pero las ocasiones no llegaban a buen puerto. El centrocampista francés tendría la más clara con un disparo de falta directa que se estrellaba en el larguero con mucha potencia.

La madera sería protagonista minutos más tarde negándole el tanto a Jordi Sánchez tras un buen remate de cabeza. Tras sendas ocasiones la SD Ejea trató de que se jugara lo menos posible y llevó el duelo con dos a cero hasta el último minuto para lograr el triunfo. Al Mestalla le pesó demasiado encajar tan pronto y no fue capaz de darle la vuelta a la tortilla.