Para José Mourinho es el mejor entrenador de la Ligue 1. Christophe Galtier, que está temporada hace de rookie en Champions, se presenta ante el Valencia CF como uno de los estrategas más importantes de Francia. Para los seguidores del fútbol internacional es un personaje bien conocido, por trayectoria y por personalidad, en ese sentido es más italiano que galo. Galtier llegó al LOSC en diciembre de 2017, el equipo ocupaba el puesto 18 de la clasifiación, los problemas con Marcelo Bielsa habían desorientado a la plantilla y las disfunciones en el gobierno tenían al club cerca del colapso. El entrenador obró un milagro, levantó al vestuario, salvó la categoría y la temporada pasada convirtió a los Dogos en una de las sensaciones de Europa. Nicolas Pépé (Arsenal), Thiago Mendes (OL) o Rafael Leao (Milan) salieron como auténticas estrellas, dejando 125 millones de euros en caja. Las ausencias se están notando, lógicamente, aunque el margen de mejora es manifiesto y jugadores como Ikoné, André, Osimhen, José Fonte o Çelik deben ser una garantía. El Valencia debe aprovechar el momento de duda.

«Creo que es el entrenador de la temporada. Ha clasificado al Lille para la Champions, han sido subcampeones de la Ligue 1, sólo por detrás del PSG. Lo ha hecho con un fútbol de alta calidad y desarrollando jugadores jóvenes. Es el hombre de la temporada». Son palabras de Mourinho en L'Équipe TV. El entrenador portugués sabe de lo que habla, desde su salida del Manchester United se ha dejado ver en el Stade Pierre-Mauroy con cierta regularidad. Su amistad con el director deportivo Luís Campos es pública. Pese a su gran trabajo en el Saint-Etienne, Galtier estaba encasillado como entrenador de vertiente unidimensional, de pizarra básica, defensiva. No es una mentira, pero sí una verdad a medias. Galtier siempre ha construido desde la portería a cero y la solidez, pero a través de una agresividad con doble vertiente, para defender y también para presionar (mezclando alturas de forma inteligente), recuperar y salir al contragolpe. El despliegue rápido, la verticalidad, el ritmo alto, las transiciones a toda velocidad forman parte de su sello competitivo.

Grieta en la mejor defensa

Esa electricidad es lo que ha perdido en los últimos partidos. El espiritu de equipo es lo que se ha diluido y lo que preocupa. El Lille formó la mejor defensa de la última Ligue 1 y también el mejor contragolpe. Pépé era clave, pero el problema ha sido el bajón de Ikoné y Bamba, pese al impacto positivo de Osimhen. Lo mismo sucede en la medular, donde Renato Sanches todavía no ha cogido temperatura y Soumaré -pese al potencial que advierte- no llega al nivel de Thiago Mendes. La defensa también se está reajustando. Su primer objetivo es detener la sangría de goles.

Asistente hasta 2009

Lateral izquierdo durante su etapa como futbolista, fue campeón de Europa Sub-21 en 1988, en la misma generación de Alain Roche, Laurent Blanc y Eric Cantona, con quien comparte origen, el OS Caillolais, que alumbró a otro crack como Jean Tigana. Galtier ha ocupado buena parte de su trayectoria como asistente o segundo entrenador. Nacido en Marsella, eso explica muchas cosas sobre su carácter. Es un seductor, un tipo temperamental, afectivo, al que le encanta compartir mesa con 20 o 30 personas, de su confianza. En el vestuario es igual, riguroso, pero emocional. Establece fuertes lazos con el jugador y es capaz de provocar giros en la dinámica de grupo, como intentó con su discurso tras caer en Toulouse. Galtier es un comunicador carismático. «Es capaz de convencerlos de que pueden ganar cualquier rival» asegura Gerard Giuli, técnico con quien trabajo en el Bastia de Michael Essien. Galtier ha sido mano derecha de Bernard Casoni y Albert Emon en su OM. La asociación con Alain Perrin es determinante. Con él trabajó en el Al-Ain de Abu Dabi, en el Portsmouth, en el Sochaux (donde conquistó una Copa) y en el Lyon, donde lo ganó todo en Francia Su carrera como primer entrenador llega tras la destitución de Perrin, diciembre de 2009. La directiva de Les Verts le ofrece tomar el relevo y el resto es historia. Ocho temporadas como referencia en el Stade Geoffroy-Guichard, un histórico título de Copa de la Liga en 2013, rompiendo una sequía de tres décadas,y un buen puñado de futbolistas promocionados o recuperados como Blaise Matuidi, Dimitri Payet, Kurt Zouma, Jordan Veretout, Faouzi Ghoulam o Pierre-Emerick Aubameyang, al que lanzó a la élite... como hace unos meses hizo con Nicolas Pépé.