La aparición de Jonathan Ikoné en la recta final proporcionó al Lille el armamento del que había carecido durante 65 minutos. No es cualquier cosa el 10 francés y lo demostró por recursos técnicos e intención. Su gol en el tiempo extra -mezcla de talento y pegada- aplica un latigazo en el lomo de las opciones del Valencia CF. Mouctar Diakhaby lo había advertido en la previa: Osimhen es muy bueno, pero hay otros muy buenos también. El central se refería a Bamba y -sobre todo- a Ikoné, compañero en la Sub-21 bleu y rival durante muchos años en Francia. Osimhen hizo un partido de enorme desgaste, pero Gabriel Paulista El partido de la pareja fue memorable hasta el doble error que propició la expulsión de Mouctar: mala decisión en el pase y falta, amarilla más amarilla, por haber perdido tiempo una jugada antes. El Lille subrayó la importancia de tomar decisiones maduras en Champions y eso es justo lo que le faltó al central.

El Valencia CF va a necesitar un poco más para estar en octavos. En Lille estuvo muy rígido. Buscó solidez desde un 4-4-2 con Coquelin de interior derecho más Parejo y Kondogbia en la base. En la segunda intentó ser más ágil con la entrada de Soler por Geoffrey, pero nunca dominó al Lille, lo que hizo fue contenerlo con rigor, aprovechando la falta de colmillo de Yazici o Luiz Araújo. Soumaré y André fueron más que el centro del campo liderado por Parejo. Fue un partido de contención y sufrimiento. Galtier cambió la forma del Lille y su presión asfixió la salida del Valencia, que nunca estuvo cómodo, nunca encontró una salida clara... con una excepción, el gol de Denis Cheryshev. Extraordinario. Parejo para Maxi, en plan boya, y pase de primeras para la carrera en profundidad de Gameiro. El francés hizo el pase de la muerte y el ruso mató. ¿Por qué Ikoné no jugó de inicio? Por suerte para el Valencia, el jugador venía mal de actitud y Galtier buscó producir una revolución emocional en su equipo que le salió bien a medias, sólo por el fogonazo de Cheryshev.