Rodrigo es un futbolista imprescindible para encontrar la mejor versión del Valencia CF. La plantilla tiene otros jugadores de ataque, pero el delantero no tiene recambio. Se ha hecho evidente en la etapa donde ha faltado por lesión. Rodrigo no sólo es importante por lo evidente (por lo que aporta cerca del área rival), también es básico en la salida de balón. Los problemas del equipo en este apartado no han coincidido con su ausencia por casualidad. Ante el Espanyol, Rodrigo conectó de forma tremenda con EspanyolRodrigoMaxi e interpretó -además- ese papel de referencia vital en el pase para Parejo y Kondogbia. El conjunto de Pablo Machín hizo daño durante un tramo de partido a través del pressing alto, trabajando sobre la zona de los mediocentros, con Ferreyra y Víctor Sánchez con marcas subrayadas, hasta que Rodrigo encontró la forma de hacer fluir el balón. «Estoy jugando como mediapunta o tercer mediocentro. Si no, nos falta un enlace con los jugadores de arriba», explicó el diecinueve tras el encuentro en el RCDE Stadium. Lo hacía con Marcelino y lo hace con MarcelinoCelades

El LOSC ahogó al equipo en el Pierre-Mauroy hace dos semanas. Las posiciones medias del Valencia aquella noche no tienen precedentes: diez jugadores en campo propio, asfixiados, sin salida, sin capacidad para romper la presión alta e intensiva del bloque francés. Rodrigo se echó de menos, por el plus que ofrece en las transiciones y como socio de los centrocampistas. Fue un problema de rendimiento individual y de sistema (Coquelin, Kondo, Parejo juntos en 4-4-2), pero también de orden y de jugadores. La intención de Galtier es la misma: recuperar la versión Champions, la acción total. Sin embargo, Celades cuenta ahora con un componente antipresión clave. Rodrigo teje potencia y teje sociedades, mientras Maxi Gómez El Espanyol coincide en sistema con el Lille: 3-4-2-1, presenta defectos y virtudes similares. El Valencia también tardó en descifrar cómo taponar al carrilero y controlar al mediapunta (sobre todo con el canal Víctor Gómez-Wu Lei), como sucedió con Yazici más Bradaric o Çelik. El sábado encontró la solución a través de la intención y el método. Rodrigo elevó su acción a las 54 intervenciones, prácticamente las mismas que Marc Roca (56), el mediocentro organizador del Espanyol.