Faltó el gol que significaba la victoria. Lo demás lo tuvo todo. En líneas generales, los futbolistas del Valencia CF terminaron satisfechos del partido del pasado miércoles en Mestalla ante el Chelsea. El objetivo era lograr la victoria para estar en octavos de final de la Champions y estuvieron muy cerca. Lo dieron todo y solo la mala definición en área contraria privó al equipo de Celades de los tres puntos. El empate no sirve para que el Valencia CF se asegure de manera matemática su presencia en los octavos de la competición pero tiene otras utilidades, porque ha servido para que el vestuario llene la mochila de la confianza, y eso nunca viene mal.

Los jugadores se vieron capaces de superar a un equipo como el Chelsea y esa sensación se impone a la decepción de haber desaprovechado una buena oportunidad de estar ya en octavos de la Champions porque además, aunque difícil, queda todavía una última oportunidad con el partido ante el Ajax en Amsterdam. Pero por muy bonita y motivadora que sea la Liga de Campeones para los futbolistas y también para los aficionados, la competición que da de comer cada día es la Liga. Sí, la Champions da pingües beneficios, pero para acceder a ellos es imprescindible o ganarla, algo que desde un punto de vista futbolístico se puede calificar de casi utópico, o quedar entre los cuatro primeros de la Liga. También se accede a ella ganando la Europa League, competición en la que todavía no compite el Valencia CF pero a la que puede verse abocado si termina tercero en la fase de grupos de Champions.

Por ello, los futbolistas de Celades están obligados a levantarse de nuevo porque el tren de la liga está en marcha y no para. El Valencia CF es ahora décimo en la clasificación y está metido de lleno en la lucha por los puestos de Liga de Campeones pero viene de perder en Sevilla ante el Betis y no se puede descuidar. El sábado recibe al Villarreal CF en Mestalla a las nueve de la noche y el equipo de Javi Calleja es ahora un animal herido que ve en el derbi la oportunidad idónea de curar sus males. Además, el Submarino ha descansado durante toda la semana. Tiene, eso sí, la sensible baja de Vicente Iborra en el centro del campo pero mantiene intacta su ambición de puntuar o ganar en Mestalla, algo que ha hecho de manera asidua en las últimas temporadas, si bien la pasada el resultado fue muy contundente para los locales, un 3-0 que le costó el puesto al entrenador Luis García Plaza que había sustituido a Javi Calleja. El técnico asturiano volvió al cargo tras la salida de Luis García.

Por si fuera poco, el calendario se empina para el equipo de Celades, que después de jugar ante el Villarreal tiene que visitar el siempre difícil Ciutat de València del Levante UD el sábado siete de enero, y allí no gana desde noviembre de 2011, gracias a un 0-2 con goles de Javi Venta en propia puerta y del argentino Tino Costa de falta directa. Mucho ha llovido desde entonces. El siguiente partido de Liga será en Mestalla, domingo 15 de diciembre ante el Real Madrid. Con este panorama, la clasificación se le complica al conjunto de Celades ya que en estos momentos está a cinco puntos del cuarto puesto que ocupa el Atlético de Madrid, y a siete del Sevilla, que tiene 27.

El sábado en Mestalla se enfrentan dos equipos pero sobre todo, será el momento de ver en acción la pureza de dos vestuarios. Uno, el del Villarreal, que tras perder el fin de semana pasada en La Cerámica ante el Celta de Vigo suma un punto en los últimos cuatro partidos y cuyos pesos pesados han llamado a la unión. El otro, el del Valencia CF, de cuya capacidad para conjurarse y superar socavones en el camino poco se puede dudar y ahí está la actualidad valencianista desde el pasado verano, pero que se ve obligado a sacar fuerza de donde aparentemente no las hay. Eso sí, su encomiable actitud le hace tener garantizado el apoyo de Mestalla, y eso es mucho tener.

Ojo, el Valencia no puede descuidarse en La Liga

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