Tras su paso como jugador y entrenador en categorías inferiores, Gerardo ha dado el salto a la máxima categoría femenina. Con uno de los equipos más atractivos de la Primera Iberdrola, su discurso y manera de entender el fútbol han sido el cambio que el Logroño necesitaba para pelear por un puesto privilegiado en la clasificación.

¿La faceta de entrenador la llevabas dentro?

—Sí, hace mucho tiempo. En los últimos años, sobre todo a nivel de fútbol base. Siempre tienes tus inquietudes y ganas de entrenar. Creo en ese aspecto también me ha venido bien

—¿Cómo es entrenar a jugadores en formación?

—Es totalmente distinto, te metes en otro perfil. Inculcas lo que has hecho durante toda tu vida. Siempre me ha gustado la formación. Creo en ese aspecto también me ha venido bien y al final te llega la recompensa de poder entrenar a un equipo como el EDF.

—¿Cómo llegas al EDF Logroño y qué tal tu primera experiencia en el fútbol femenino?

—Todo llegó muy rápido, yo tengo una relación muy buena con Chechu Martínez -ex entrenador del Logroño- y quería contar conmigo, sobre todo para el trabajo individualizado, la tecnificación. Por temas de trabajo, no podía compaginar su cargo con llevar el equipo. Se puso mi nombre sobre la mesa y aquí estoy. Se lo tengo que agradecer enormemente. Si alguien tiene culpa de que yo esté aquí, es él.

—¿Qué diferencias has notado con lo que tú habías vivido, en todas las categorías?

—En cuanto a la forma de trabajar, intento llevar el estilo que yo he llevado con los chicos. Noto un poco más de diferencia en el ritmo de juego, pero te llevas sorpresas. Hay muchas jugadoras de calidad y va a más. Hay más nivel. Se ven partidos mas atractivos. Pensaba que iba a encontrar otra cosa y estoy en un sitio al que todos nos gustaría estar, sobre todo porque están al máximo nivel. El día a día es muy gratificante a nivel entrenador.

—Ahora en el fútbol femenino las jugadoras viven para el fútbol desde pequeñas.

—Sí, pero todavía no están al nivel, quieren equipararse y es normal. Están peleando por conseguir lo que tienen en el fútbol masculino y por sus derechos. La jornada de parón fue por eso. Hay que estar con ellas. Ojalá se llegue a un buen acuerdo para todas las partes, porque se está hablando de ellas, pero a nivel de club, nosotros no tenemos un referente arriba, es complicado. No es como en Valencia, Atlético, Barcelona o Real Sociedad. Tienen un equipo masculino que les puede ayudar y soportar. Nosotros en este aspecto no lo tenemos tan fácil como el resto.

—¿El EDF Logroño sería capaz de soportar el convenio?

—Ellos son claros. A día de hoy, dijeron que no. El presupuesto se dispararía. A partir de ahí, tiene que haber ayudas externas. Por eso, esto no es solo cuestión de las jugadoras. Yo ya viví algo parecido en el fútbol masculino y ahora les toca a ellas. Todo esto sin olvidarnos del otro apartado, del club. Habría que ver cómo esos ingresos, que por lo que dijo el club, son complicados de conseguir en estos momentos.

—¿En infraestructura y recursos, pueden clubes como el Logroño competir en una liga con clubes que dependen de gigantes del fútbol?

—Tenemos la suerte de contar, aunque sólo sea cada quince días, con un entrenamiento en el campo, que es de lo mejorcito que hay en la liga. Tenemos que dar las gracias. En el día a día es más complicado. Las instalaciones no son nuestras y tenemos que depender de otros equipos. Lo que estamos consiguiendo es sobre todo, con mucha ilusión. Muchas ganas de crecer como club y la clave son ellas. Quieren cambiar la dinámica de estos últimos años, de estar sufriendo en la parte de abajo. Eso ha sido más labor de ellas que mía.

—¿Cuál es el secreto para pasar de salvar la categoría en la última jornada en la pasada temporada a competir con soltura en la mitad alta?

—Hemos cambiado en esa mentalidad, queremos ser más agresivas, jugar en campo contrario, dadas las condiciones que tiene la plantilla. De momento está saliendo bien, pero queda mucho todavía. Venimos de una racha que no ha sido buena, pero queremos terminar el año en unos puestos privilegiados, que demos esa sensación de equipo ofensivo y atrevido.

—Se nota que tu discurso ha calado y que has conectado con la plantilla.

—Ellas valoran mucho si has jugado a fútbol, que les ayudes en el día a día, sobre todo en el aspecto individual. Eso lo percibo. Al final tienes que querer y ellas están en ese camino. Esperemos no bajar la guardia y sobre todo, disfrutar como lo estoy haciendo.

—¿Hay más inversión en el trabajo de técnica individual en los entrenamientos femeninos?

—Sí, le doy mucha importancia. Lo individual luego se traslada a lo colectivo. Ellas son esponjas, tienen una diferencia en ese aspecto con los chicos. Focalizan mucho más la atención y eso es lo que tienen ganado. Se saca mucho más provecho. En situaciones que nos encontramos de cara a puerta sí que estamos incidiendo en determinadas jugadoras.

—Habéis hecho hasta nueve fichajes, consiguiendo un equilibrio entre la soltura de las jóvenes y la solidez de las veteranas del equipo.

—No es fácil con tantas jugadoras nuevas, pero si hay esa mezcla de gente que ya lleva muchos años y tiene su experiencia en determinados clubes de esta liga. Luego están la jugadoras que quieren progresar, hacerse un hueco en la Primera Iberdrola. Hay un buen grupo, que esperemos sacarle el máximo rendimiento. Lo que pretendemos es que vayan progresando.

—Jade y Barbra Banda forman una de las delanteras más potentes de la liga. En ese sentido, Banda ha dado un salto esta temporada, sobre todo, por la toma de decisiones.

—Barbra es una jugadora con muchos recursos, con muchas opciones de ser una buena jugadora. Tiene todavía que mejorar cosas, sobre todo en la toma de decisiones. Si la va mejorando junto a la definición, será una jugadora que marque diferencias. Muchas ocasiones las genera ella con sus movimientos, lleva cuatro goles.

—¿Cómo llegáis, con dos derrotas y dos empates? La derrota ante el Levante os rompió los esquemas.

—Estamos compitiendo con muy buenos equipos. Mira de dónde viene el Levante. Ahora nos vamos a enfrentar al Valencia, que tiene un equipazo. Sabemos que estamos haciendo buen año y que las demás también juegan. Se nota mucho el equipo que no perdona. Ahí se ve la calidad del equipo. Cuando te quedas en situaciones de gol y no fallas esas ocasiones.

—Irene valora mucho tu trabajo.

—Para mí es un privilegio poder enfrentarme al Valencia y a ella. Es de esos entrenadores que tiene más experiencia que yo, que acabo de aterrizar. Intento aprender de las que llevan más tiempo e intentar ponérselo difícil, que sabemos que está teniendo el hándicap de las lesiones. Hay que valorar ese trabajo, que con tantas bajas estén ahí.

—Desde la distancia, ¿cómo ves el proyecto del Valencia CF?

—A largo plazo pinta muy bien. Tienen la base, que es fundamental. El trabajo de gente joven, con ilusión. No es fácil, pero es bueno que te den ese proyecto y chapó por el Valencia por apostar por ese tipo de proyecto.

—Con tu Academia Tiki Taka, en Logroño, pretendéis recuperar el fútbol callejero.

—Sí, lo que hacíamos antes. Cuando no había móviles o redes sociales. Si veíamos algo redondo pues jugábamos, ya fuera fútbol, baloncesto, o tenis. Yo recuerdo hacer multideporte, trabajar la técnica, el golpeo y ese tipo de aspectos. Es el sexto año de la academia y tenemos mas de 200 niños y niñas. Ha sido un reto y una ilusión, sobre todo por mi padre. Para mi es un sueño ser participe de un proyecto tan maravilloso como esa escuela.