El golpe fue tremendo dentro del vestuario,también fue un drama para el club, para su gente y para la afición. En julio de 2017, en un partido de pretemporada ante el Werder, Abdelhak Nouri se desplomó sobre el césped tras sufrir un paro cardiaco. Tenía 20 años y asomaba como talento del futuro... Los médicos actuaron, consiguieron estabilizarlo en el hospital, pero algo falló antes, durante o después. El accidente le provocó graves daños cerebrales, que le llevaron a estar en coma inducido más de un año, hasta que despertó el 15 de agosto de 2018. Su familia anunció una -leve- mejora en sus condiciones neuronales, pero su situación física sigue siendo complicada. Se comunica con pequeños gestos. Ahora las victorias que importan son otras.

Nouri sigue presente

Su camiseta estuvo mucho tiempo en el vestuario, con su sitio, junto a Ziyech, reservado. Appie, como le apodaban, hacía de mediapunta. Es ese tipo de jugador mucho más técnico que físico sobre el que suelen planear dudas. En su caso, crítica y técnicos coincidían en subrayar su potencial. Para el recuerdo queda el reportaje de la revista Voetbal International, en la primavera de 2017, en la que advertía de la llegada de una nueva generación de talentos al Ajax. Eran De Ligt, Justin Kluivert, De Jong, Van de Beek y Nouri. Las semifinales de la última Champions, la Eredivisie y la Copa ganadas la temporada pasada tuvieron a los cuatro como estrellas, también al quinto elemento. Ninguno le ha olvidado, sobre todo, Van de Beek, amigos desde niños en la cantera, campeones. También en las inferiores Holanda, pese al origen marroquí de Nouri. El curso pasado, el centrocampista hizo un gol clave para liquidar a la Juve en cuartos y lo hizo en el minuto 34... el dorsal de Nouri, su minuto para siempre en el Johan Cruyff Arena.

Los homenajes se han sucedido. El hermano de Nouri y su padre participaron en la gran celebración del doblete en el Museumplein con el resto de la plantilla, en el título de liga número 34. El premio anual al mejor talento de la academia del Ajax lleva su nombre. El primero fue para Gravenberch (mediocentro). Lo entregó Van de Beek, con el padre de Nouri presentes. La tensión con la familia es menor después de que el club renociera negligencias durante el proceso.