Pocos espectáculos superan los que ofrece en sus partidos el Valencia, al borde de la semana perfecta después de otro vibrante combate en el que esta vez fue el Real Madrid el que en el minuto 95 tuvo que apelar a la épica. Después de mil y una alternativas, Courtois subió a la desesperada para que su equipo consiguiese en el último córner lo que hasta entonces le había resultado imposible. El portero, libre de marca, saltó más que Kondogbia y a falta de fútbol fue la suerte la que se alió con los de Zidane. Garay no acertó a sacudirse el rechace de Jaume y Benzema empató a bocajarro. Un desenlace amargo para Mestalla, al borde de la semana perfecta a raíz de la victoria en Ámsterdam y el excelente despliegue de nuevo de los de Celades, para los que las ausencias parecen ya más un acicate que un impedimento.

Con la sensación de poder con lo que le echen, el Valencia superó las adversidades del arranque para ir de menos a más y adelantarse en el marcador con todo merecimiento en la segunda parte, cuando con la marcha extra de Coquelin y la liberación de Parejo el Madrid desapareció del mapa. Soler, llegando desde atrás, remachó a la red una buena jugada coral en la que Wass, responsable de la superioridad en el contragolpe tras ganarle un balón dividido a Nacho, se plantó en el área para poner el centro. A falta de fondo de armario con las lesiones, y obligado un día más a inventarse un lateral derecho, Celades ha sido capaz de dotar al equipo de una profundidad táctica sin parangón. Cuando toca galopar, galopa. Cuando toca jugar, juega. Cuando toca apretar los dientes, los aprieta. Y así con todo, siempre haciendo lo necesario y apelando al fútbol de un extraordinario solista como Parejo.

Minutos de locura

Aunque antes del empate el partido se decidió en un gol justamente anulado al Real Madrid y una oportunidad en la que Manu Vallejo rozó la sentencia, la clave no estuvo en las áreas sino en la medular. A estas alturas no es un secreto para nadie que el Valencia pivota alrededor de su capitán y que se encasquilla cuando no aparece. Tampoco fue un misterio para Zidane, que compensó la sobrada de reservar a Casemiro pensando en el Barça con una presión asfixiante en la que se arremangó hasta Benzema. Atascado en la salida y sin flujo en la zona de tres cuartos, Parejo no estuvo ni un minuto a solas. Sin embargo, incapaz de aguantar un ritmo tan alto, el Madrid levantó el pie a la media hora y a partir de ese momento, con el cerebro valencianista en acción y Coquelin cuidándole las espaldas, el Valencia se descamisó y el partido fue otra historia.

Intensos en la presión y provocando pérdidas, los madridistas monopolizaron el balón con casi un 80 por ciento de posesión, pero no estuvieron tan cerca de la zona de influencia como les habría gustado. También lo sintió así Jaume, al que llegaron a rematar por todos lados pero sólo dos veces con peligro, una de Kroos desde la frontal y otra de Benzema al adelantarse de cabeza a Garay. Presumiendo de registros, además con nueva disposición para formar un 4-4-2, al Valencia le ocurrió lo contrario cuando se asomó a los dominios de Courtois. En la fase de latigazos, Rodrigo lanzaba a Ferran, que retó a Courtois dos veces a la carrera. Y en la de juego organizado, también Rodrigo estaba en el meollo, como cuando cabeceó fuera un buen centro de Soler. Conforme Parejo levantó las orejas, el reparto del balón empezó a ser menos desigual y los ataques del Madrid más viscosos y alejados.

Visto que Jaume Costa, maniatado a pierna cambiada, era un peligro potencial, Celades reordenó al equipo con Manu Vallejo en punta y Ferran, el improvisado nueve, de vuelta al extremo, realmente su único cartucho para cambiar el partido. Zidane, que ya no lo veía claro, afiló al Madrid con Bale y Vinicius en detrimento de dos jugadores totalmente achatados como estaban siendo Isco y Rodrygo. A plazo corto el movimiento del francés fue más trascendente, pero los metros que el Madrid ganó por delante los perdió por detrás para que Soler apareciera solo desde segunda línea tras una subida en profundidad de un Wass reconvertido a lateral. El canterano premió así la solidez de un Valencia capaz, apenas cuatro días después de haberlo hecho con el Ajax, de someter a un Real Madrid que para rascar un punto de Mestalla necesitó un testarazo de su portero.

Ficha técnica:

Valencia CF: Jaume; Wass, Garay, Gabriel, Jaume Costa (Vallejo, min.61); Coquelin (Kondogbia, min.83), Parejo; Ferran (Diakhaby, min.90), Soler, Gayá y Rodrigo.

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Nacho; Valverde, Modric (Jovic, min.82), Kroos, Isco (Bale, min.69); Rodrygo (Vinicius, min.69) y Benzema.

Goles:

1 - 0, min.78, Carlos Soler.

2 - 0, min.95, Benzema.

Árbitro: Sánchez Martínez (C.Murciano). Amonestó a Soler (min.38) por parte del Valencia. Y a Carvajal (min.77) y Valverde (min.90) en el Real Madrid.