Aunque la Federación no ha facilitado las cifras oficiales, alrededor de 200 millones de euros repartidos en tres años han llevado la Supercopa de España a Yeda, la segunda ciudad de Arabia Saudí, que este martes ha asistido al desembarco de la gran delegación de la RFEF, la mayor parte de los periodistas y los dos últimos semifinalistas, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona.

El fútbol español desembarca en Arabia en pleno proceso de aperturismo del país: al menos, sobre el papel. De la mano del príncipe Mohamed bin Salman, Arabia intenta mostrarse al mundo como un país moderno para convertirse en foco de inversiones, pero el proceso es lento y lleno de detalles absolutamente chocantes para el visitante occidental.

Arabia Saudí se rige casi de manera exclusiva por la 'sharía', la ley islámica. No hay otro país en el mundo que la aplique con tanta severidad. Y son las mujeres las que lo sufren directamente: el gobierno del país acaba de abolir la obligatoriedad de que los restaurantes tengan entradas separadas para hombres y mujeres, una norma que todavía aplican muchos servicios públicos. Mejor no coincidir todavía.

Las periodistas españolas que ya están en Yeda ya han sufrido alguna de estas discriminaciones: por ejemplo, no pueden visitar la piscina ni el gimnasio de los hoteles en los que están alojadas, o en el mejor de los casos, hacerlo solo en horas concretas y siempre que no haya hombres.

Todo es más difícil para ellas en Arabia: a la llegada al aeropuerto de Yeda, la policía vigila con celo a las periodistas que hacen fotos después del aterrizaje y les piden que borren las imágenes. Con los hombres, la manga es más ancha.

La gasolina barata, el infierno

Por lo demás, Yeda es una ciudad de 3,9 millones de habitantes y con un tráfico infernal: todo el mundo, sin excepción, se mueve en coche. Apenas hay autobuses y no se ve ni una sola bicicleta o moto. El precio de la gasolina (un litro cuesta 40 céntimos de euro), fijado por el gobierno, hace que el combustible sea tan barato como un botellín de agua y anima a la gente a desplazarse siempre en coche. Por eso los desplazamientos son tan largos: casi una hora desde el aeropuerto al estadio del Al Ittihad, donde Real Madrid y Valencia se entrenaron antes de la primera semifinal.

El aire acondicionado

A orillas del mar Rojo, la temperatura es agradable, unos 25 grados durante el día y alrededor de 19 cuando cae el sol. El aire acondicionado, como suele ocurrir en todos los países del Golfo, funciona de manera desmesurada.