Entre el campo y el mercado, la Atalanta se mueve a ritmo frenético. Mattia Caldara está al caer para la reforzar la defensa y Duván Zapata podría ser titular ante el Inter tres meses después de caer lesionado. El pasado fin de semana, ante el Parma, el delantero colombiano ya tuvo 18 minutos. El miércoles, en un partido de entrenamiento ante un rival de tercera división, hizo tres goles y tuvo 70 minutos. Desde el once o desde el banquillo, la mala noticia para el Valencia es que las sensaciones son positivas. El mercado es largo, pero el club bergamasco ha cambiado de prioridades tras el golpe de mando de Ilicic y las dos goleadas ante Milan y Parma. Si llega un nueve, tiene que encajar perfecto, tanto que la rumorología ha girado hacia un mediapunta o un especialista de banda. Barrow se marcha al Bologna.

La cita de esta noche es una animalada. La Atalanta juega en San Siro ante el Inter de Milán. Conoce el estadio de la Champions, donde hace de local, pero tendrá 70.000 aficionados en contra. Los bergamascos van con todo, literalmente. No tienen bajas. Las dudas están en Zapata, titular o no, y Hateboer o Gosens, atendiendo al momento de forma de ambos, el titular será el carrilero alemán. El Inter si cuenta con dos bajas sensibles: Skriniar (líder de la defensa) y Barella. Bastoni, criado en la cantera de la Atalanta estará por izquierda en la retagurdia, mientras Vecino y Gagliardini, otro ex atalantino juegan por entrar en la sala de máquinas. Sí estarán Lautaro Martínez y Romelu Lukaku, la pareja de delanteros más en forma de la Serie A.

Una mezcla a lo Liverpool

La Gazzetta dello Sport ha calentado el partido enfrentando a los dos entrenadores: Antonio Conte y Gian Piero Gasperini. El periódico del jueves era una animalada, con Arrigo Sacchi analizando y comparando a los dos estretegas. «Son dos entrenadores unidos por su gran pasión y el intento noble de vencer a través de los méritos. No hay un gran equipo sin un gran proyecto. El Inter ha resucitado con Conte y Marotta, la Atalanta ha entrado en otra dimensión de la mano de los Percassi, Gasparini y el ojo de Giovanni Sartori, también del vivero de Zingonia. Jugadores adaptados a una idea en cualquier caso. Sacchi insiste en lo que hace unas semanas declaró Capello: La Atalanta le recuerda al Liverpool «por la empatía entre entre club, squadra y aficionados». La atmósfera en el Gewiss Stadium pone la piel de gallina. Por suerte para el Valencia, el partido se juega en San Siro, donde habrá sobre 30.000 aficionados... en un estadio para 80.000. La peregrinación a Mestalla está garantizada.

Sinergía positiva, contagiosa. Todo funciona. Sacchi destaca el verdadero secreto del equipo de Gasperini: «El tempo perfecto con el que activa cada mecanismo: el pressing, las incorporaciones de los carrileros. Cada uno hace la cosa justa en el momento justo. Es instintivo y ciéntifico. Gasperini ha tenido salidas y entradas de jugadores, nunca galácticos y los ha hecho crecer a todos». Al otro lado, Conte tiene otro estilo. Es un tipo exigente, obsesivo con el trabajo diario y la dedicación. Gasp lleva casi un lustro, mientras el proyecto del Inter arrancó en verano. Lautaro y Lukaku están en otra dimensión. A las primeras semanas ya se sentía el sello de su entrenador.

Partidazo. La Atalanta tiene un punto español, casi inglés. En San Siro irá a hostigar al Inter (líder), a hacer su juego ante un gigante. «A la Atalanta le pido que no pierda sus valores y la humildad. No le podemos pedir que gane, cada bella prestación ya es una victoria». Palabra del gran Sacchi. Jornada ideal para medir al rival en Champions.