Antonio Conte y Gian Piero Gasperini terminaron abrazados en San Siro, felicitándose, reconociéndose entre iguales. Ese es el nivel. El sábado por la noche, Inter y Atalanta jugaron un gran partido, con un segundo tiempo en el que los bergamascos completaron una demostración de nivel competitivo. Fue una prueba de fuerza superada, otra advertencia para el Valencia. En clave octavos de Champions, la lectura es clara: la Atalanta tiene proyecto, juego y personalidad de equipo grande del Calcio. Los números no dejan margen para la duda. La Atalanta no tiene el nombre y tampoco las grandes estrellas, pero cuenta con todo lo demás. La buena noticia es que está dinámica liquida el factor sorpresa de los italianos, que se van a presentar en la eliminatoria como un rival respetado y conocido, como debe ser. El bloque de Gasperini está en un gran momento, la clave es cómo llegarán a mediados de febrero-marzo.

«Me gustaría hacer el fútbol de la Atalanta; intenso y físico, pero con calidad», Antonio Conte dejó una declaración con una carga de profundidad tremenda. El Inter quiere competir como la Atalanta cuando por la lógica de la historia y los presupuestos debería ser justo al contrario. Antes de la Navidad, el club de provincia arrolló (5-0) a la otra poderosa institución de la capital de Lombardía, el Milan. Para rematar la machada, en esta ocasión, faltó eficacia. Gasperini subrayó la cuestión en sala de prensa. Eso sí es una buena noticia para el Valencia. Duván Zapata está lejos del top. Necesita partidos y los va a tener, como demostró Gasperini dándole la titularidad en un choque trascendental una semana después de su regreso. No es difícil imaginar a Garay y Diakhaby controlando a Ilicic o Duván. Coquelin o Kondogbia más Parejo deben dominar a Pasalic, Freuler o De Roon; Ferran, Soler, Cheryshev y Guedes tienen condiciones para castigar la espalda de Hateboer, Castagne y Gosens, aunque tengan nivel de selección. Y con Rodrigo, Maxi y Gameiro alcanza para hacer sufrir a la defensa de Atalanta, pese al momento de forma de Palomino o el refuerzo de Caldara, oficial. La referencia es lo que hicieron Lukaku y Lautaro en el 1-0. Papu Gómez le dio la vuelta a todo y es el jugador determinante a reducir. La Champions va a exigir al mejor Valencia. La Atalanta condenó al Inter a una segunda parte de resistencia, le martilleó subiendo y fingiendo que bajaba el ritmo, sólo para confundir y generar sorpresa. Los datos de Opta subrayan el dominio; por acción en defensa y en ataque. A la altura de la Juve o mejor... pero sin pegada.