Hambre y energía son dos valores mínimos que todo el mundo atribuye a los nuevos responsables del área técnica. En el caso de Corona, quienes conocen su trayectoria en Almería, también suman ideas claras y personalidad. El talaverano (38 años) llega como uno de los cazatalentos con más proyección y mejor reputación de Segunda División. Cuando Turki Al Sheikh se hizo con el control de la UD Almería, a principios del pasado mes de agosto, Corona ya tenía bien avanzado el proyecto 19/20. El empresario saudí aterrizó por las bravas, con su entrenador -Pedro Emanuel-, con fichajes y con la intención de invertir. Corona entraba en sus planes, incluso le ofreció renovar, pero el director deportivo se marchó, por convicción y compromiso, con su entrenador -el valenciano Óscar Fernández- y con muchos de los futbolistas que había firmado, a los que se iba a cortar. En el fútbol, no todos hubieran tomado el mismo camino. Un semestre después, Corona entra en la ciudad deportiva de Paterna como responsable de ojeadores, Jefe de Scouting, como mano derecha de César Sánchez, nuevo Director de Fútbol.

Corona colgó las botas a finales de la campaña 2016/17 y Alfonso García, presidente de la entidad almeriense, depositó su confianza en él para un puesto estratégico en los despachos. Como secretario técnico le iba a acompañar y le ha acompañado Ibán Andrés, hombre de la casa y pieza clave en el cuerpo técnico de Javi Gracia (Almería, Málaga, Kazán, Watford). Corona, referencia en el club y en la ciudad, heredó una plantilla que había pasado apuros para salvarse y en dos temporadas construyó un salto hacia la zona media alta, cerca de la promoción de ascenso, con un balance superior en rendimiento respecto a la relación con el precio. Lo hizo hilando fino, repasando perfiles infravalorados en Segunda, mirando a Segunda B, investigando oportunidades, con cierto atrevimiento, convirtiendo al Almería en parada obligatoria para los ojeadores. El tridente Álvaro Giménez, Luis Rioja, Juan Carlos Real fue de lo mejor de la categoría de plata 2018/19 y lleva su sello. Ahora están en Birmingham City, Alavés y Huesca. No son el Bayern, la Juve y el Liverpool, pero llegaron por 150.000 euros y dejaron más de cuatro kilos. Son buenos movimientos ajustados a ese contexto.

Rol distinto, pero básico

En su primer verano firmó a Tino Costa se hizo con la cesión de Rubén Alcaraz y consiguió el préstamo de Pervis Estupiñán, al que los técnicos conocía del filial del Granada. Corona completó el informe trabajando el perfil deportivo y personal. Encomendó el banquillo a Luis Ramis, pero no cuajó... demasiada irregularidad, exceso de jugadores cedidos. Pasó Lucas Alcaraz y terminó Fran Fernández, entrenador del filial, a quien confió la temporada pasada. Corona ya ha tomado decisiones y ha negociado duro. Para el segundo proyecto corrigió algunos errores buscando ser más rocoso, buscando más capacidad para hacer kilómetros, mezclando perfiles: hambre, equilibrio, polivalencia, variedad, juventud, veteranía. Corona consiguió mejores jugadores desde la seriedad y la exigencia, vendiendo Almería como un trampolín ideal.

En el Almería de Al Sheikh y Guti, líder de Segunda, jugadores como Corpas, Iván Martos, De la Hoz o Aguza mantienen protagonismo. En cuatro mercados y pico, Corona tuvo algunos errores, le funcionaron bien Saveljich o Juanjo Narváez y tuvo varios aciertos destacados. Firmó a Luis Rioja del Marbella y lo vendió al Alavés por la claúsula: dos millones. Con Álvaro Giménez, la misma postura. El ilicitano llegó libre del Alcorcón y se marchó como máximo goleador, con 20 goles. Juan Carlos Real (libre del Tenerife), otra punta del ataque, metió diez goles. Yan Brice Eteki, otro de los centrocampistas de despliegue 18/19, lo sacó del filial de Sevilla. El Granada no apostó por él en verano por casualidad. Su recambio llegó desde el Oostende vía Anderlecht, Aristote Nkaka: internacional belga Sub-21, poderío físico, buena zancada, intuitivo en el cruce...

Corona tiene mercado hecho y lo conoce, para César va a ser un apoyo esencial desde ya. El nuevo Director de Fútbol tendrá la responsabilidad. Sobre la mesa hay una pila de ofrecimientos, las recomendaciones de Celades, los informes realizados durante y después de la salida de Longoria más el extra de Jorge Mendes. Quedan diez días para maniobrar y atacar refuerzos.