Las Gaunas desprende un aroma muy copero. Por muchos motivos, el partido es importante en clave equipo y tiene prolongación individual. No es el único punto de interés, pero muchos focos alumbran a Kang In Lee. El surcoreano regresó en Palma después de siete partidos fuera entre lesión y recuperación. El mediapunta no competía desde el 27 de noviembre y ante el Mallorca dejó buenas sensaciones, pese al panorama engorroso. Entró desde el banquillo y tuvo media hora. Fue un pasito, positivo. Los planes del cuerpo técnico pasaban por introducirlo en Son Moix, durante la segunda parte, y lanzarlo en el once titular ante la Unión Deportiva Logroñés. La derrota cambia los planes, pero no tanto. Sobre todo, porque la apuesta tiene efecto triple: fútbol para Kang In y oxígeno para Carlos Soler y Ferran, que deben tener un papel protagonista ante el Barça, el sábado, en LaLiga.

Celades le está brindando al surcoreano la oportunidad de subirse al tren, de nuevo. Kang In no parte de cero, pero Logroño marca un punto de partida ideal. La Copa del Rey y para demostrar que ha captado las señales del cuerpo técnico, primer interesado en que el futbolista progrese adecuadamente.

Kang In ha cometido pequeños errores y se ha salido en alguna curva del camino, cuestión que entra dentro de la normalidad con 18 años. El trance no discute su talento, pero sí que está poniendo a prueba su mentalidad. Gestionar las expectativas, cuidar el proceso y tomar perspectiva para medir los tiempos con lógica es básico para que el futbolista pueda expresarse desde la naturalidad y la confianza en el campo. Todas las partes tienen que trabajar para que Kang In pueda dar rienda suelta a su potencial. El jugador tiene el temario sobre la mesa: debe ser más solidario, tiene que demostrar que sabe jugar en equipo. El surcoreano es ambicioso al máximo y Celades valora -muy bien- esa actitud, mientras no le confunda y afecte al juego colectivo. El míster exige unos mínimos, pero también es absolutamente sensible con Kang In y con su forma de ser.

Una competición muy especial

El mediapunta se estrenó en partido oficial con el Valencia CF La competición le ha dado mucho. En un partido plomizo, Kang In exhibió descaro y rozó el gol, pero su disparó chocó contra la madera. Los rivales intentaron intimidarlo con algún palo, sin éxito. Esa frescura inicial es la que se echa de menos y que se advirtió ante el Mallorca.

La final del Villamarín y el camino hasta el título no se entienden sin la aportación de Kang In, que fue un animador imprescindible en las primeras eliminatorias, también ante el Sporting de Gijón, con el punto culminante del partido de vuelta ante el Getafe, en Mestalla, cuando dos de sus penúltimos pases -tremendos- sirvieron para que Rodrigo consagrase la remontada con asistencias de Santi Mina y Gameiro, la más recordada; por el pase en profundidad y por el disparo que rechazó Hugo Duro. La magia de la Copa... la magia de Kang In.