El fútbol vive al día, pero tener memoria es fundamental. No hace tanto, el Valencia CF fue capaz de superar a puro fútbol al Athletic, uno de los adversarios con más pedigrí competitivo de la Primera Iberdrola. Parece que ha pasado una eternidad, pero sólo ha transcurrido una vuelta. El partido ante las Leonas es una -gran- referencia a la que agarrarse, sobre todo, para un vestuario necesitado de victorias y refuerzos positivos. El Espanyol supuso un paso atrás, hubo sensación de cortocircuito general y de bloque atravesado por las desconfianza, pero la plantilla tiene argumentos para reponerse de inmediato, para encontrar el golpe de mando emocional que lleva buscando desde hace muchas semanas. Sumar de nuevo -ganar- en Lezama podría ser ese principio.

Revivir para reaccionar. Ante el Athletic, el Valencia demostró de lo que es capaz y hasta dónde puede llegar desde la entrega total, desde el talento y una idea de juego clara. No tocó techo, pero sí fue el mejor partido de la temporada. Las futbolistas dieron un alto volumen individual y se dio una exhibición en lo colectivo. Volver a ese nivel, de una semana a otra, es difícil por no decir imposible, pero marca un camino: sí se pudo y sí se puede. Portería a cero, mucho duelo ganado, agresividad y despliegue en ataque. Esas fueron las líneas básicas de aquella vibrante jornada 3. Carol rompió el marcador y Zenatha puso la guinda. Ahora que la atacante no encuentra el gol es bueno recordar que lo tuvo. Irene Ferreras necesita recuperar la chispa de Carol en la mediapunta. Ahora que todo está en duda, incluso lo que no debería, y que se debaten cuestiones que no suman, es bueno recordar que este proyecto arrancó ilusionando, divirtiendo y alcanzando picos de rendimiento alto. Los y las protagonistas son similares. El exceso de confianza, los arbitrajes, los detalles y las lesiones han hecho daño, pero se han terminado las excusas. La consigna tras el no resultado ante el Espanyol es que se puede y se va a dar un extra para salir de este bucle negativo. Se han cometido errores, pero la responsabilidad no es sólo de cuerpo técnico y jugadoras.

Trabajo, unión, una entrenadora con proyección, la mezcla ideal de juventud, experiencia y futbolistas en expansión en la liga... El proyecto ha sufrido daños graves, pero no está muerto. Al contrario, una de las cuestiones que lo mantienen vivo es el compromiso. El Athletic viene de caer ante el Madrid (4-1), ha perdido a Nekane Díez por lesión y Ángel Villacampa viene de una rueda de prensa a puro fuego, en la que habló de falta de actitud: «No se puede manchar la camiseta de este club así». Creer es poder.