La historia se repite un año después. El vestuario del Valencia quiere la Copa del Rey Otra vez. En plena celebración por la victoria contra el Barcelona, cuando todos los focos del fútbol europeo apuntaban a ellos, los jugadores de Albert Celades se acordaron de la Cultural Leonesa y de su Copa. Es una competición que les ha dado mucho, le tienen un cariño especial y la quieren aunque el equipo siga fuera de la Champions y el Atalanta empiece a verse en el horizonte. Solo hay que escuchar a dos pesos del vestuario como Gabriel Paulista y Gabriel PaulistaJaume Doménech

«Vamos a intentar buscar esta Copa otra vez porque es un título muy bonito para el club, para nosotros, para nuestra carrera, será un partido muy complicado porque eliminó el Atlético, entonces no será nada fácil, pero vamos a intentar estar en la próxima ronda», decía Paulista minutos después de haber secado al Barcelona de Leo Messi y llamar con más fuerza que nunca a la selección española. El hispano-brasileño se ha consolidado como el jefe de la defensa por delante de Ezequiel Garay. Su temporada es impecable. Se exhibió el domingo y quiere seguir haciéndolo en su Copa. Un título que celebró como el que más y le acompaña allá donde va. Se la tatuó en Brasil, en verano en su pierna izquierda. Igual de concentrado en el miércoles estaba Jaume. El 'gat' acababa de dejar la portería a cero contra el Barça y ya tenía un ojo puesto en su competición. La que cambió su dimensión como portero y dejó una foto para la historia del club sentado encima del larguero del Villamarín. «Es una competición a la que tenemos mucho cariño, hay que prepararnos bien, porque el miércoles no va a ser fácil. El Valencia es un club grande y está obligado a competir en las tres competiciones por igual, nos planteamos cada partido como una final y tiene que ser así hasta ver hasta dónde podemos llegar». El de Almenara, también guarda recuerdos de aquel 25 de mayo como los guantes o la red de la portería.

La Copa es una seña de identidad de esta plantilla. Hace un año Meriton daba «prioridad absoluta a la Liga». Sin embargo, tras el 3-0 al Villarreal, Mestalla dejó claro que quería la Copa». Los futbolista recogieron el 'guante' de la afición y se conjuraron para luchar por ella independientemente de los objetivos económicos del club. Pese a la delicada clasificación en liga, lejos de la cuarta plaza, las lesiones y la posterior visita al Camp Nou, el vestuario apostó por no escatimar nada a las puertas de las semifinales. Marcelino habló con sus jugadores y alineó un once titular contra el Getafe sin rotaciones. «Era lo mejor» en busca de la remontada.

La Copa fue según Marcelino el detonante de su destitución. Así lo aseguraba en su despedida. «Estoy seguro absolutamente que el detonante de esta situación fue la Copa. Durante la temporada recibimos mensajes directos de que teníamos que tirarla. Los futbolistas querían luchar por la Copa y la convicción de ganarla. No me cabe duda de que el detonante fue ganar la Copa ¿Quién nos lo iba a decir? Cuando el 19 de julio fui a Singapur me felicitó por la Champions y no por la Copa». La Copa volvió a ser protagonista en el adiós de Mateu Alemany. «Lamento... Debimos buscar procesos de comunicación más directos del área técnica con el máximo accionista. El míster y yo hablamos del tema, estaban ultra motivados para pasar la eliminatoria. 'Vamos a tratar de meternos en semifinales', nos dijimos. Creo que lo que falta entender es la importancia de un vestuario en un club de fútbol, cuando un vestuario se conjura para algo. Esa es la lectura que me hubiera gustado mostrar a Peter. Ese día, a pesar de la ortodoxia, fue el día que nos metió en la Champions», aseguró. La Copa ha marcado a esta familia.