Rodrigo Moreno acumula ya cierta experiencia en estas situaciones que genera el mercado de fichajes. El mismo día que llegó a València, en 2014, pasó varios días encerrado en un hotel porque se retrasó la firma de algunos documentos. Hace dos veranos Lopetegui lo quiso llevar al Real Madrid y pasó por esos días y semanas de incertidumbre, de no saber dónde iba a jugar. Antes, había recibido y rechazado propuestas para marcharse a la Premier League, incluso a China, pero nada como lo del verano de 2019, cuando, como él mismo llegó a reconocer en una entrevista al diario ABC, llegó a verse con la camiseta del Atlético de Madrid.

Pero, lo mismo que con esta nueva ofensiva del FC Barcelona, el delantero ya explicaba entonces que «en el fútbol las cosas solo son de verdad cuando hay una firma y está todo arreglado, pero sí, estuve muy cerca de irme. De alguna manera, intenté mantenerme al margen de esa situación, no me ayudaba. Al final, yo pertenezco al Valencia CF y tampoco puedo hacer lo que me dé la gana. Yo sabía que los clubes eran los que tenían que arreglarse y a partir de ahí yo ya decidía qué me interesaba más».

Así, el sábado le tocó salir a jugar en Mestalla ante el equipo que está intentando por todos los medios ficharlo. Ante los que, solo unas horas después, podían ser sus nuevos compañeros. Después de superar una lesión que le había apartado algunas semanas, entró en la segunda mitad y contribuyó a derrotar al FC Barcelona. Mucho se ha hablado de sus gestos y de su actitud esa tarde del partido, pero lo cierto es que jugó como uno más, celebró por todo lo alto con Maxi Gómez el gol que sentenciaba el partido aunque al final se retirase a vestuarios antes que el resto, huyendo quizá de los focos. No depende de él, pero sabía que quizá esta podía haber sido su última vez con la camiseta del Valencia CF.Gajes del oficio

Porque Rodrigo, obviamente, está al día de las conversaciones y los contactos que se han venido produciendo entre los clubes. También con su padre y agente. Así lo describía el pasado mes de octubre en la mencionada entrevista: «Es parte de nuestra profesión. El verano anterior, durante el Mundial, también se generó la expectativa de que me fuera a marchar. Años anteriores, también... Te vas acostumbrando y entiendes que forma parte de nuestra vida. En el fútbol, las cosas se olvidan cuando vuelven a estar bien. De haber estado mal, de estar jugando peor, seguramente no se hubiese olvidado y se hablaría de que no estoy metido en el Valencia, de que paso del club».

Entonces, cuando prácticamente llegó a despedirse de los compañeros para irse al Atlético, no dudó en reconocer que «era una situación que la veía bien, el club también lo consideraba y así me lo había transmitido». ¿Qué le habrán dicho ahora? Ayer salió de la ciudad deportiva conociendo que en ese momento tenía lugar una reunión en Barcelona. «Tampoco le doy más importancia, aunque ese fue un momento complicado. Sobre todo por la incertidumbre: tengo mujer, una hija... La vida no solo cambia para mí, cambia para todo mi entorno. Y eso afecta», dijo en su día.