Instantes después de que el partido de Copa del Valencia en León llegue al descanso, Amedeo Carboni descuelga el teléfono. El lateral de Arezzo, que jugó como blanquinegro más allá de los 40, está al tanto de toda la actualidad que envuelve a los de Albert Celades. Por supuesto, el mítico '15' sabe del fichaje de Alessandro Florenzi, al que pronto va a dar "consejos" por la amistad que le une a su representante, Alessandro Lucci. Hace 22 años, como hoy Florenzi, Carboni también llegó a Mestalla tras ser il capitano de la Roma. Amedeo está seguro del rendimiento de Florenzi y de su presencia con Italia en la próxima Euro 2020.

¿Qué opinión futbolística tiene de Alessandro Florenzi, defensa de la Roma que incorpora el Valencia CF?

—No sé si ha tenido algún problema para salir a mitad de temporada siendo un jugador de su calidad. Florenzi es un futbolista que hace grupo, competitivo, un lateral de mucho recorrido, de mucho corazón. Y hay que recordar que él era un extremo, su naturaleza no era de lateral. Algo parecido a Angulo, cuando se necesitaba tapar un agujero jugaba y ahí se quedó. Sabe defender, lo da todo y veo cierto parecido conmigo, aunque yo era más defensa y él va más hacia arriba. Tiene, más o menos, características que yo tenía.

—¿Entonces, estamos hablando de un lateral ofensivo?

—Respecto a mí, por ejemplo, sí es más ofensivo.

—La trayectoria en su currículum invita a creer que es un refuerzo de plenas garantías.

—Sé que ha venido cedido con una cesión seca, como decimos en Italia. El rendimiento que dé dependerá mucho de su cabeza. Cuando te vas siendo capitano de la Roma y romano, los primeros tiempos después de irte son un poco difíciles. Yo había hecho parte de la pretemporada, él ha venido con la temporada empezada en enero. Enseguida se tendrá que adaptar, especialmente, a nivel mental. Además, deberá acostumbrarse a otra forma de entrenar y a una vida más agradable para un futbolista, porque en Roma la presión es demasiada, incluso, más que en València. Para mí, la clave es que se adapte enseguida y pueda exprimirse en cinco meses, en ese tiempo se juega muchas cosas. Sólo por ese motivo, estoy convencido de que Florenzi lo dará todo, todo, todo.

—El Valencia lo contrata para cubrir una necesidad en el lateral. ¿Sus 230 partidos oficiales con la Roma y cerca de 20 con la selección de Italia son avales suficientes para hablar de una apuesta segura?

—No hay dudas de que es un jugador de primer nivel. Por esos datos que me dijisteis y por más cosas. En mes y medio cumplirá 29 años, tiene experiencia y muy buena cabeza. Sin duda, es una garantía todo eso para responder jugando delante de 50.000 espectadores en un estadio como Mestalla.

—Más de 22 años después, el Valencia ha vuelto a traerse a ‘il capitano’ de la Roma.

—¡Sí! Pero la verdad es que ser el capitán de la Roma en los últimos tiempos no parece cosa buena. No han tenido mucha fortuna con el club. Han sido Totti (salió en verano por desavenencias con la directiva), De Rossi y ahora se ha ido Florenzi... Las similitudes entre nosotros dos sí están ahí. Muchos me han llamado desde València diciendo que la llegada de Alessandro les ha recordado mi fichaje en 1997. Yo tampoco estaba jugando antes de fichar porque venía de una lesión en el pasado. Lo que espero es que él pueda cumplir con su sueño de jugar y ayudar al Valencia CF.

—¿Se hace especialmente duro para un capitán, referente del vestuario y la hinchada, salir de ‘La Loba’ por ese vínculo tan intenso que se crea con los ‘tifosi’?

—Sí... No tanto el hecho de salir, lo que me resultó más difícil es olvidarte de todo. Estamos hablando de una ciudad de cuatro millones de habitantes, la primera. Es una afición muy numerosa, que está presente siempre, por ejemplo, en los entrenamientos. Más aún que en València. Y más siendo natural de Roma. La exigencia y la pasión se viven a flor de piel, en València por supuesto, pero allí ampliadas.

—Para que un futbolista contrastado como él deje de jugar debe de haber tenido algún problema con el entrenador, Paulo Fonseca.

—Yo creo que siempre hay que respetar las decisiones técnicas. Evidentemente, Alessandro sabe que este verano está la Eurocopa... Para él, está en juego la selección... Aunque se viene al Valencia, en lo futbolístico Valencia es más que Roma. Eso no debe olvidarse. En ese sentido, hay que pensar que da un paso adelante y supone una motivación extra en su carrera. No es que venga a jugar para el Burjassot, con todo el respeto. Estamos en los octavos de final de la Champions, vivos en la Copa del Rey, luchando por el top-4 de la Liga española, estamos ahí con una masa social capaz de meter casi 50.000 personas en Mestalla. Le digo que viene a un campo donde se sentirá arropado.

—Y si en el primer partido lo expulsan, ¿habrá que ser pacientes con él, no? (Carboni se estrenó en un Valencia-Barcelona del 8 de septiembre de 1997. A los 44 minutos fue expulsado por doble amarilla tras levantar «tres metros» a Luis Figo).

—(Ríe a carcajadas) Sí, tened paciencia. No olvidáis... Si el primer día lo expulsan tenéis que aplaudirle. Tenéis que pensad, menos mal. ¡Ya está! Será una buena señal, si a Carboni lo expulsaron y jugó después nueve años en el Valencia, fíjate (ríe).

—¿Significaron un choque cultural aquellos primeros partidos?

—Sí, en mi época había mucha más diferencia entre el fútbol italiano y el español. Yo fui uno de los primeros en salir de Italia al exterior. Por entonces el Calcio era más duro, la liga top, pero pronto la cosa cambió. Tuve suerte de que llegué cuando la Liga española empezó a ser la más importante.

—La verdad es que el fútbol italiano ha acumulado unos cuantos años en crisis y tocó fondo cuando se quedó sin Mundial. ¿Se ha fijado en España para convertir su juego en algo menos aburrido?

—Ya no es tan aburrido. Puedo decir que el fútbol italiano ha mirado en muchos sentidos al fútbol español, por ejemplo, a nivel de organización. La alta esfera de la Liga ha viajado mucho a Italia, invitada por los clubes italianos para importar el éxito de la Liga. Además, hoy los jugadores viajan mucho, el fútbol se ha globalizado y jugar en Europa es casi como estar en casa. Todo parece más cerca. Un futbolista se va a jugar a Londres y es poco más de una hora de avión. Yo, por ejemplo, decía: «¡Uf, que lejos está España».

—En los últimos años siempre que un italiano ha venido a jugar al Valencia ha llamado a Carboni. ¿Ya ha podido hablar con Alessandro Florenzi y darle algún consejo?

—Seguro que voy a hablar con él. Conozco muy bien a su agente, voy a aconsejarle pequeñas cosas sobre cómo vivir en una ciudad tan especial como es València. Roma, en todos los sentidos, es una ciudad muy fuerte. En lo bueno y en lo malo. Pero València es también una ciudad densa y grande, más para lo bueno que para lo malo.

—Sin ir más lejos, usted le aconsejó a Cesare Prandelli que conociese la ciudad, que se introdujera en la vida cotidiana de la gente y no viviese en las afueras.

—No lo sé, no lo conozco tan bien en cuanto a su carácter. Ale viene para una cesión seca. Si hubiera una opción de compra... pero sólo para cinco meses. No sé qué es lo mejor; quizá, se quedará en el hotel.

—Por cierto, en la misma posición el Valencia tiene dos italianos: Florenzi y Piccini, que en marzo se espera que vuelva a sumar minutos. ¿Cómo ve a cada uno, en su opinión, son complementarios?

—Fundamentalmente, tienen características diferentes. Lo que he visto de Piccini, que es poco por la mala suerte de su lesión, lo ha hecho bien. Florenzi tiene más experiencia, sabe muy bien que lo más importante es darlo todo. Piccini cuando jugó también me gustó. De todos modos, son diferentes, pero sí se pueden complementar. Florenzi tiene el plus de sabiduría de más partidos con Italia y un gran número de participaciones en un equipo como la Roma. Creo que la diferencia es que Florenzi es un jugador totalmente hecho y Piccini se está haciendo con muy buena actitud y condiciones.

—¿Cuáles son los principales rivales, por cierto, para el puesto de lateral derecho en la ‘Azzurra’?

—Para mí, De Sciglio y Darmian. Creo que son con los que Florenzi se la va a jugar. Si en estos cuatro o cinco meses está al nivel, creo que el seleccionador se llevará a Alessandro. De Sciglio apenas juega y Darmian está cedido en el Parma. Creo que se la jugará más con Darmian, pero apuesto por Florenzi si da un rendimiento regular.

—¿Cómo está viendo al Valencia CF de Albert Celades?

—No está andando mal. A veces, les falta algo de consistencia. Creo que depende demasiado de uno o dos jugadores, en especial, de Parejo. Un equipo bastante joven que, para mí, necesitaría algún jugador con un poco más de experiencia. Echo de menos al Kondogbia de hace un tiempo. Es un jugador importante. Este zurdo ex del Inter fue extraordinario y estaría muy bien que recuperase la versión de su primera campaña en el Valencia.

—La prensa tiende a las comparaciones. En el caso del Valencia se suele evocar al equipo del Doblete. José Luis Gayà, lateral izquierdo y uno de los capitanes actuales, va camino de superarle.

—(Bromea) Siempre lo digo, a mí en el Valencia CF tendrían que darme un premio porque he hecho una escuela de laterales fantásticos: Jordi Alba, Bernat, Gayà, etc. Un monumento tenéis que hacerme. Dime, dónde han salido tantos laterales zurdos tan tremendos. Me miraban en los entrenos (ríe). En mi currículum debería poner entrenador de laterales zurdos.