«Me queda mucha gasolina». Parejo hizo en reforzar el estado de su depósito. Como advirtió Cristiano Lucarelli, es importante que la Atalanta no encuentre espacios para acelerar e imponer su ritmo, por dentro y por fuera. El Valencia necesita su mejor versión a todos los niveles, también en el apartado físico. El foco está en la defensa, en Mangala y Diakhaby, pero MangalaDiakhabyKondogbia En realidad todos. La activación vuelve a estar en el centro del juego. De Roon, Freuler o Pasalic les van a exigir al máximo, con y sin balón. Incluso pueden jugar los tres, más Malinovskyi. Músculo y consistencia. La Atalanta tiene centímetros y potencia.

Las estadísticas son una referencia. Claro que no se ganan partidos haciendo kilómetros, pero la suma anticipa lo que viene en términos de despliegue atlético. El Valencia quedó líder, por delante del Chelsea y eliminando al Ajax, con este apartado a favor en un único choque: Chelsea (2-2), en Mestalla. La Atalanta superó a sus rivales en distancia recorrida en cuatro de los seis primeros partidos de la fase de grupos. Sólo estuvo por debajo de Dinamo de Zagreb y Shakhtar en los dos primeros partidos, donde pagó la inexperiencia en el primer escalón europeo y le faltaron respuestas, de todo tipo. Después, más allá del resultado, el rendimiento fue bueno y llegaron los puntos que impulsaron su clasificación al límite. Todo de la mano. Son muy dinámicos.

No es una coincidencia casual. Los italianos son agresivos y voraces; te pueden arrollar, como a Milan, Parma o Toro. En su mejor versión interpretan de forma mecánica un pressing alto y una presión tras pérdida rotunda. Te persiguen. Después, lanzan el ataque rápido y verticalizan. Se habla poco del contragolpe, pero lo tienen. Gasperini trabaja el físico ajustado a una manera de jugar. Los jugadores de banda tienen una importancia tremenda y van de área a área. Corren y corren, muerden. Siempre hay mucho jugador por delante del balón, maniobran con la defensa alta y eso también les obliga a recuperar muchos metros. Su media por partido está en 110,3 kilómetros. Ese es el volumen al que tiene que adaptarse el Valencia Igualar en intensidad y en acción es importante. Sobre el blando césped de San Siro no se va a correr una maratón (al Valencia no le conviene), pero sí es básico condicionar su fútbol, frenar y apagar su espíritu. Todo lo que Celades