El Valencia CF tiene un serio problema en defensa: Todo un sistema colectivo agrietado que va más allá de las importantes bajas de los dos pilares en el centro de la zaga, Gabriel Paulista y Gabriel PaulistaEzequiel Garay La goleada sufrida frente a la Atalanta en Milán (4-1) dispara las alarmas en un equipo que en esta temporada 2019/20 ha encajado medio centenar de goles tras la disputa de 35 partidos oficiales... 17 más que los recibidos hace justo un año por el Valencia que asentaría su remontada hacia la cuarta plaza y el título de campeón de Copa desde la solidez y las ayudas defensivas. Entonces, los blanquinegros concluyeron el curso 18/19 con menos de un gol en contra por partido (0.96), lejos de la cifra actual de 1.43.

La tendencia negativa del conjunto que dirige Albert CeladesEl Valencia acumula las mismas derrotas entre enero y febrero, cinco, que en los 24 encuentros jugados entre agosto y diciembre. Como señaló Dani Parejo al termino de la ida de octavos de final de Champions en San Siro, la incapacidad de cerrar la portería incide en gran medida en la pésima racha de únicamente cuatro triunfos en los últimos diez envites: Logroñés (0-1), Barcelona (2-0), Cultural (0-0) y Celta (1-0).

A pesar de que matizó que «el resultado fue abultado y las sensaciones no son malas», el discurso en público del capitán no descuida la debilidad en campo propio como factor fundamental en la carencia de resultados positivos: «En una eliminatoria a doble partido es muy importante no encajar goles y llevamos encajados bastantes. Cuando te hacen dos, tres... es bastante más difícil ganar así. Hay que cortar esto. Se hace desde la solidez». Parejo da en la clave de por qué el Valencia ya no está en la Copa ni en la Supercopa, tiene cuesta arriba su continuidad en la Liga de Campeones o, de momento, no ha sumado aún ni una jornada en posiciones de Champions. La fragilidad de un bloque difuminado en defensa que concede y recibe excesivos golpes de los rivales.

La cifra de goles en contra (50) se agranda, especialmente, sin la afición de Mestalla como testigo. A domicilio el Valencia de Celades ha recibido 33 dianas en 19 partidos oficiales. La media como visitante, 1.74 por encuentro, se eleva hasta 2.1 en la Liga y hasta los preocupantes 3.2 goles -exceptuando las visitas a 'Segundas B' en Copa- en los cinco duelos disputados lejos de València en 2020: Real Madrid en Arabia, Mallorca, Granada en los cuartos de final del torneo del KO, Getafe y Atalanta en Europa.

La afección en defensa que padecen los blanquinegros no es una situación puntual, sino una corriente alimentado en las últimas semanas. Únicamente el Levante (16.4), concede más remates en la liga española que los 15.2 del Valencia de media por jornada. Todos menos la Atalanta; Real Madrid, Mallorca, Granada y Getafe superaron a costa de los valencianistas su ratio de disparos. El conjunto de Gasperini, mientras tanto, se quedó a tres remates de los 14.5 que traía como promedio de la fase de grupos, en la que se midió a Shakhtar Donetsk, Dinamo Zagreb y Manchester City. El miércoles los italianos, en cambio, sí alcanzaron su cifra más habitual de disparos entre los tres palos, cinco. Cuatro de ellos perforaron las redes de Jaume Domènech tras poco más de una hora de envite. Hans Hateboer anotó el cuarto a los 62 minutos.

Frente a los de Bérgamo, el Valencia salió derrotado en la mayoría de parámetros defensivos e intensidad: recuperaciones, despejes o faltas cometidas. Como apuntó Parejo, técnico y jugadores están obligados a revertir un panorama defensivo que evoca con peligro uno de los puntos débiles de los tristes cursos 16/17 y 15/16. A estas alturas, la cantidad de tantos encajados sobrepasa la de goles a favor, 48. Urge juntar líneas y cerrar espacios.