Crecen los focos, Milán se clausura y el número progresivo de contagios preocupa. El coronavirus ha saltado más allá de Lombardía y Véneto, las dos regiones donde se han establecido las zonas rojas, hay casos en Lazio -centro del país- más Reggio Emilia y Piamonte, dos territorios contiguos. El domingo, en Turín, se suspendió el Toro-Parma. Los procedimientos de emergencia están en marcha y la vida de los italianos ha dado un vuelco: movilidad restringida, aislamiento, centros de estudio cerrados y todas las actividades o actos -públicos y privados- que supongan acumulación de gente, suspendidos. El deporte, parte fundamental del día a día también está en cuarentena. Bérgamo y la Atalanta derivan de uno de los focos principales: Lombardía. Hasta la madrugada del domingo al lunes no se contabilizaban contagios en la provincia, pero ya hay una primera víctima mortal en Bérgamo (quinta en total, cuarta lombarda): un hombre de 83 años, con otras patologías respiratorias. El señor residía en Villa di Serio, localidad a unos pocos kilómetros al norte de la capital bergamasca. El sábado fue trasladado al hospital de Alzano. La edad de los fallecidos es superior a los 70 años.

Los clubes de fútbol asumen que es difícil jugar a puerta abierta y se preparan para adecuarse a las medidas del Gobierno. Los responsables del Calcio entienden que no hay fechas para suspender más jornadas, los campeonatos están en peligro y se avanzaría sin público en los estadios. Durante el fin de semana sí hubo eventos deportivos fuera de las regiones no afectadas; ya se vieron cientos de mascarillas en el Olímpico de Roma, por ejemplo, aunque en Lazio hay dos contagiados. Se buscan soluciones para salvar el deporte. En fútbol, si hubo clubes de Piamonte, Lombardía, Véneto y Reggio Emilia que desplazaron para jugar en otras sedes. Las próximas horas serán determinantes, el Calcio intenta huir del caos, pero ya está afectado. La Atalanta no jugó ante el Sassuolo el pasado domingo por la emergencia.

Desplazamiento desde Lombardía, en duda

El pánico se está apoderando del resto del país y también de Europa, pese a que se trabaja desde la determinación y la responsabilidad para encontrar al paciente zero y contener el avance en la medida de lo posible. Unos 2.500 valencianistas estuvieron la semana pasada en Milán por motivo del partido de Champions entre Atalanta y Valencia. El estallido no se había producido. Ahora, el desplazamiento en el partido de vuelta está en duda. El Barça ha aterrizado en Campania para jugar ante el Nápoles, donde la epidemia no ha roto. Los valencianistas que viajaron hasta Milán pasaron control de temperatura en los aeropuertos, pero no es una medida fiable... porque se puede tener fiebre por muchos motivos. Los más de 3.000 bergamascos que se esperaban en Mestalla por el Valencia-Atalanta no tiene fácil viajar en este momento, aunque las previsiones más optimistas esperan normalizar la situación en los primeros días de marzo. La Atalanta juega el próximo domingo ante el Lecce, en Salento. El Juve-Inter, partido clave en la lucha por el Scudetto tiene muchas opciones de jugarse sin gente en la grada del Allianz de Turín.

Europa League, a puerta cerrada

Las próximas horas servirán de referencia. El Inter-Ludogorets que se disputa el jueves en San Siro tiene muchas opciones de jugarse a puerta cerrada, sin público. Para los partidos de vuelta de semifinales de Copa de Italia habría fechas libres en marzo, cuando deberían jugarse el próximo 5 de marzo.