"Sólo un destello de Parejo... El Valencia no da miedo". La Gazzetta dello Sport fue tajante en el titular de la crónica. La posibilidad de que la Atalanta supere los octavos de final de la Champions ha agitado al Calcio, que lleva semanas pendiente de todo lo que sucede en el equipo de Albert Celades. Desde Italia se respira optimismo, más todavía después del 4-1 de San Siro. La lesión de Garay también se festejó en su día, como las bajas de Coquelin y Rodrigo -sobre todo- para el partido de ida. La decisión de jugar la vuelta a puerta cerrada ha sido bien acogiada, pese a la cortada de rollo que supone anular un viaje preparado durante semanas o no poder animar a la Atalanta en Mestalla. La magia para la remontada la van a tener que poner por sí solos los jugadores y el cuerpo técnico, otra condición que se ha reciclado en positivo. El bloque de Gasperini respira entusiasmo y confianza, apartados determinantes que el Valencia debe contestar con ilusión, ambición y un mensaje de fuerza en los prolegómenos. Como sucedió hace dos semanas, los bergamascos y su entorno han empezado a competir ya desde lo emocional. El factor ambiental está descompuesto, pero es importante buscar alternativas para recomponerlo.

El Valencia llega frío tras empatar ante el Alavés y la Atalanta aterrizará sin cargas, tras aplazarse el duelo contra la Lazio por el coronavirus; va a tener diez días para prepararse. Las referencias desde febrero son un empate y cuatro victorias al hilo. La prensa italiana se está encargando de marcar la diferencias y las carencias en el bloque de Celades. Para el cronista de La Gazzetta, el partido en Mendizorrotza fue un aburrimiento: "El Valencia confirmó sus problemas defensivos, la falta de fluidez en ataque". En la grada hubo emisarios de la Atalanta para seguir en directo a los valencianistas y tener las referencias actualizadas. El cambio de sistema, el descanso para jugadores como Ferran, los minutos para rodar a Coquelin y Rodrigo, que se perfilan como titulares el martes... todo. El Corriere dello Sport también aprieta: "El martes, en Champions League, a los hombres de Celades sólo les servirá una prestación decivamente más convincente para asustar a la Atalanta en la vuelta".

La oportunidad de Florenzi

En Tuttosport, como en el resto de crónicas, ponen el foco en los minutos de Alessandro Florenzi, su titularidad y la ocasión perdida para hacer el 0-2. El romano pudo liquidar al Alavés y estrelló el balón en el lateral de la red. No era fácil darle dirección, pero debió coger puerta. Los gestos de Florenzi no dejaron lugar para las dudas cuando fue sustituido.

En la edición bergamasca del Corriere della Sera confían en que el desgaste de Mendizorrotza pase factura y la mala situación fuera de casa se prolongue en un Mestalla sin público. Advierte otro partido físico y de ritmo alto. "El Valencia sólo tiene cuatro días de recuperación antes de la vuelta, una razón más para creer que el descanso puede marcar la diferencia, así como jugar a puerta cerrada y los tres goles de diferencia obtenidos en San Siro". La Gazzetta insiste en un las pocas emociones en Vitoria -pese a la importancia de los puntos para los valencianistas en la lucha por Europa- y algo más: "Faltó reacción, el Valencia estuvo espeso y con pocas ideas. Diakhaby busca pareja y tendrá que frenar a una máquina goleadora". Pese a todo y al 4-1, el vestuario siente que no hubo tanta diferencia en la ida. La pizarra, el orgullo y el corazón tienen que empezar a jugar.

LAS CLAVES

Factor emocional

Como sucedió en los días previos a San Siro, los bergamascos y su entorno han empezado a competir y a jugar.

Factor Mestalla

La decisión de jugar la vuelta a puerta cerrada ha sido bien acogiada, pese a la contrariedad que supone anular un viaje preparado durante semanas o no poder animar en Mestalla.

Mendizorrotza

"Van a necesitar más para asustar a la Atalanta el martes", la prensa italiana insiste en las virtudes del bloque de Gasperini mientras subraya las grietas y las carencias en el equipo de Celades.