La Atalanta llega a València en el mejor momento de la temporada. La última referencia competitiva fue Lecce (2-7, hat-trick de Duván), hace una semana. El equipo de Gasperini aterrizará con ocho días de trabajo limpio, entrenamientos que le han servido para mimar a Papu Gómez e Ilicic, que terminaron el duelo de Via del Mare con pequeñas molestias, y para recuperar al Berat Djimsiti, punto firme de la defensa.

El albanés se perdió la ida por lesión, en el último momento (hasta apareció en el once titular de la UEFA). Su presencia amortiguará la única baja del equipo: Rafael Tolói. Mientras el Valencia volvió a tener un partido de sufrimiento ante el Alavés, los bergamascos han visto como su partido ante la Lazio (que debía jugarse en sábado) se aplaza por el coronavirus. No era cualquier partido por rivalidad, por el valor de los puntos en juego y por la exigencia, los de Simone Inzaghi están peleando el Scudetto. De hecho, hubo polémica por la negativa de Lotito a la petición de Percassi de adelantar el choque al viernes.

El Valencia tiene que sacar el colmillo. La Atalanta transmite ilusión y ambición; el entorno refuerza su confianza y el equipo huye del exceso de confianza. No subestiman al Valencia, al contrario, insisten en sus puntos fuertes conscientes de que van sufrir y necesitan repetir otra gran actuación. El Valencia va a tener opciones, por el carácter abierto de los bergamascos y porque no puede aplicar la política de 'gestionar el resultado': si bajan la intensidad y el ritmo, cuando pierden agresividad en campo rival y se defienden en campo propio, se vuelven vulnerables.

También te puede interesar

También te puede interesar

El Valencia CF reserva 'gasolina' para la Champions

Ya hay árbitro para el Valencia-Atalanta