Los cinco casos de coronavirus en el Valencia CF han provocado una reacción de alerta en el resto de equipos, de manera muy especial entre sus rivales. La Atalanta ha activado una fase de autoaislamiento hasta el 24 de marzo, fecha en la que se cumplirán 14 días del partido de Champions en Mestalla. El club italiano comunicó el domingo la situación y las medidas adoptadas "según el instituto Superior de Sanidad". No se han llevado a cabo pruebas de máxima precisión para no colapsar a los laboratorios, pero barajan hacerlas porque sospechan algún caso, aunque todavía no hayan dado síntomas. El equipo atalantino está bajo estricto control desde hace semanas. La intención era volver a los entrenamientos, pero se va a esperar, por lo menos, hasta el próximo miércoles.

La Atalanta lleva en cuarentena desde el pasado miércoles, el protocolo de aislamiento es similar al de la cuarenta; así que, en sentido práctico, la vida no les va a cambiar en exceso. La idea es seguir tomando la temperatura. La plantilla está repartida entre los domicilios y la residencia de Zingonia (las instalaciones donde Gian Piero Gasperini y los jugadores sin familia en la ciudad están concentrados).

Bérgamo es una ciudad fantasma

La Atalanta fue el último club italiano en saltar a un terreno de juego; fue en Mestalla. El testimonio de sus futbolistas estos días ha sido rotundo: conviene no infravalorar al virus. El cambio a nivel de coco es claro porque se ha dejado de hablar de fútbol. Bérgamo es una ciudad fantasma, una de las ciudades más golpeadas por el coronavirus. La provincia también es zona peligrosa. Cómo ha descrito Robin Gosens (carrilero izquierdo) en La Gazzetta dello Sport: "Las páginas del periódico Eco di Bergamo están llenas de necrológicas. Es terrible". Los casos de contagio en el Valencia CF les han hecho pasar de la cuarentaena al aislamiento, así estarán de miércoles 11 al martes 24... como mínimo. Como siempre, un positivo puede cambiarlo todo.