Los servicios médicos del Valencia CF han creado un gabinete de crisis interno para coordinar los trabajos frente al coronavirus en una entidad, el VCF, que cuenta con unos 400 trabajadores contabilizando todos los equipos de la Acadèmia. El objetivo principal es el de limitar la propagación del COVID-19, que ha afectado al 35 % de los profesionales que se ha sometido a las pruebas entre la plantilla de jugadores, técnicos, servicio médico, fisios y staff de apoyo. El mayor número de contagios se da, precisamente, en los futbolistas, con una decena de afectados.

La evolución diaria de un virus difícil de controlar marca el ritmo de las decisiones en el club. Entre las más importantes hasta el momento, está la de mantener a los jugadores lejos de la Ciudad Deportiva, como al resto de empleados, ya que el desconocimiento del coronavirus hace que no pueda descartarse, a fecha de hoy, de manera rotunda y absoluta la posibilidad de recaída. Lo "más seguro", según fuentes dirigentes en el club, es prolongar el aislamiento y los entrenamientos en los domicilios con los planes individualizados mientras se prolongue el estado de alarma.

Durante el fin de semana, diez futbolistas de la plantilla dieron positivo en los exámenes específicos para la detección del COVID-19, más allá de la existencia de más casos entre los staff de apoyo al primer equipo. Por ejemplo, los conocidos del delegado, Paco Camarasa, y el galeno Juan Aliaga. La entidad de Mestalla ha sido de las primeras en el deporte español en la utilización de tests específicos.De hecho, el Alavés siguió la estela

y el miércoles hizo pública la existencia de diez casos, tres de ellos futbolistas. Cabe recordar que el Valencia, además del partido en Vitoria, se expuso en el desplazamiento del 19 de febrero a Milán para jugar ante la Atalanta. El mayor foco de Europa desde aquellos días hasta hoy.

Un factor con el que trabaja el gabinete de crisis por el coronavirus que ha organizado el Valencia, liderado por los servicios médicos, es la posibilidad científica de que un 10 % de los análisis sean falsos negativos. Y otro, asimismo, la realización de pruebas confirmatorias en los próximos días, razones por las que el número de contagios podría alterarse ligeramente.

El club manda el informe de la cadena de contactos a Salut Pública

Además, aparte de control exhaustivo de modo diario a los jugadores, todos los doctores en el club están alerta también para prestar atención a cualquier familiar que pueda requerirla. Si bien, por el momento, el estado de salud de los contactos cercanos de los jugadores también es bueno. Incluso, el Valencia CF ha informado a Salut Pública en València de los contactos directos de cada una de las personas con el virus en el club, todo con el objetivo de colaborar en la misión de romper las cadenas de propagación del COVID-19.

Los jugadores blanquinegros contagiados con el virus se encuentran en buen estado de salud, asintomáticos y, por tanto, cumpliendo igual que los demás las pautas de entrenamiento y nutrición con las que el viernes se marcharon a casa por decisión de los médicos y técnicos con el consentimiento del presidente, Anil Murthy.

Ezequiel Garay, José Luis Gayà y Eliaquim Mangala fueron los jugadores que el domingo confirmaron públicamente que habían dado positivo en los tests, ese día los tres emitieron mensajes llamando a los aficionados a la responsabilidad de permanecer en casa, con especial hincapié a los jóvenes asintomáticos, todo con tal de evitar nuevos contagios y el colapso de la Sanidad que trata los casos más graves.