El nuevo coronavirus se ha convertido en pandemia, es decir, en una epidemia de consecuencias globales, tal y como alertó días atrás la OMS (Organización Mundial de la Salud). El Covid-19 afecta a casi la totalidad de los 194 países reconocidos por la ONU y, en especial, a todas las esferas de sus sociedades. El deporte en general y el fútbol, en particular, no han podido quedarse al margen, por ejemplo, hasta el punto que todas las competiciones europeas están completamente paralizadas y guardando cuarentena como hace el resto de sectores.

Los efectos de este coronavirus, sin embargo, no sólo se dejan sentir en las ligas y demás torneos, sino que cada vez son más los deportistas y futbolistas contagiados. La repercusión de la crisis sanitaria golpea en su expansión a los sistemas económicos. Muchos clubes, en este sentido, se están planteando lo que algunos han empezado ya a realizar: aplicar las herramientas laborales que los diferentes gobiernos han puesto a disposición de las empresas en un contexto coyuntural tan complicado. Principalmente, los ERTEs, Expedientes de Regulación Temporal de Empleo.

Sin competición en activo, los ingresos de los clubes han entrado en peligro. Si la situación persiste, sus cajas perderán buena parte de la liquidez sin las cantidades referentes a los derechos televisivos, partida sustancial en el apartado de ingresos en los balances. Diferentes entidades de la Ligue1, sin ir más lejos, han decidido presentar expedientes de regulación de empleo parciales a su plantilla. El Lyon fue el último en sumarse a lo hecho por los modestos Amiens, Montpellier y Nimes, medidas que suponen la reducción temporal del salario bruto de los jugadores al 85 % según el sindicato galo de jugadores de fútbol a la agecia EFE.

No obstante, la problemática no afecta a futbolistas profesionales de élite, que perciben por su trabajo cantidades millonarias y algunos de ellos están contribuyendo con donaciones en favor de la comunidad que les rodea, sino a los empleados rasos que realizan otro tipo de funciones lejos del terreno de juego en un club. A tal efecto, la Liga de Fútbol Profesional desde mediados de semana ha mantenido videoconferencias con los dirigentes para asesorar de la base legal de los ERTEs. Por ejemplo, el Barcelona ha estudiado la posibilidad, así como la de pedir a los jugadores del primer equipo que renuncien a parte de su sueldo, ya que más del 60 % del presupuesto azulgrana tiene tal fin. Por ahora ningún club de Primera ha anunciado la puesta en práctica por «causa de fuerza mayor» de un expediente de regulación temporal de empleo. La empresa que los realiza, además, está en la obligación de volver a contratar pasada la crisis.

Aún así, evidentemente, este difícil escenario toca en mayor medida a las entidades deportivas más modestas. De hecho, son los equipos de Segunda los que están valorando más seriamente la aplicación de esta herramienta que el gobierno facilita al empresariado. En Segunda B, el Hércules de Alicante presentará el martes un ERTE para los 60 empleados a su servicio «por el tiempo que dure el hecho causante» y percibiendo el 70 % de la base reguladora. El mismo implicará también a los futbolistas, aunque estos podrían acogerse a dicho porcentaje sobre un máximo establecido para la prestación. Otro ejemplo son los equipos de la liga ASOBAL de balonmano que han anunciado que recurrirán al ERTE «para salvaguardar el futuro de la competición».

En lo referente al Valencia CF, Peter Lim ha puesto a disposición del club la línea de crédito que tiene abierta por si surgen en el contexto de crisis la necesidad de cubrir el pago de salarios a los empleados. Más allá de la plantilla del primer equipo, el Valencia contabiliza cerca de 400 empleados. Es una medida de previsión para el caso de que la Liga no concluyese por culpa del Covid-19. El máximo accionista no contempla la alternativa del ERTE.

En este sentido, este es el mensaje de tranquilidad que el máximo accionista ha hecho llegar a todos los empleados del club a través del presidente, Anil Murthy: «Quería transmitiros un mensaje de ánimo y tranquilidad a todos en estos días tan complicados que nos está tocando vivir. He tomado la determinación de no aplicar ninguna de las opciones que desde el ámbito laboral se están barajando en estos momentos. El club no aplicara ningún ERTE ni tomará ninguna determinación en el sentido de reducción de puestos de trabajo. No me parece justo tomar este tipo de medidas para este gran grupo de trabajadores que formamos esta institución de 101 años de historia».

Respuestas ante la crisis

Respuestas ante la crisisPeter Lim ha respondido a la crisis del coronavirus cediendo camas de sus hoteles el Manchester, reforzando las becas a jóvenes deportistas con problemas en Singapur o repartiendo 'kits' de higiene entre la tercera edad... y también ha reaccionado dando tranquilidad laboral a los empleados del Valencia CF.

El modelo del Gladbach: los jugadores ayudan a los trabajadores

El modelo del Gladbach: los jugadores ayudan a los trabajadoresUno de los golpes colaterales de la pandemia de este nuevo coronavirus se va a producir sobre la capacidad de financiación de las empresas. Dentro del mundo del fútbol los jugadores de élite -principal motor del negocio junto a los aficionados y su potencial para convertirlo en deporte de masas- son también los grandes privilegiados. En consecuencia, no han sido pocas las voces del mismo fútbol, como por ejemplo Gary Neville, que han apelado a la conciencia y el compromiso de los futbolistas en este momento de crisis mundial.

«Vi como el Borussia Monchengladbach en Alemania acaba de anunciar que los futbolistas donarán sus salarios para los empleados del club que no son futbolistas en estos meses. Hay una gran oportunidad ahora para los futbolistas de conseguir una victoria contra el virus, algo que ha llevado a tiempos terribles a todo el país. De garantizar a las personas que todos en el mundo del fútbol son seres humanos y que no están solo en este deporte por dinero», comentó el ex técnico del Valencia en 'Sky Sports'.

Lo cierto es que son bastantes los futbolistas que están comprometiéndose con la comunidad que les envuelve. Paul Pogba, Zlatan Ibrahimovic o la plantilla del Valencia CF, que ha decidido recaudar fondos para la Casa de la Caridad. En el club de Mestalla, Lim asegura que garantizará la estabilidad laboral de todos los empleados. En el contexto europeo, cada vez está siendo más aplaudida la iniciativa de los jugadores del Gladbach, que ahorrará un millón de euros para mantener ingresos y pagar a los trabajadores... Mainz, Bayern y Dortmund adoptarán soluciones parecidas.