En la hoja de ruta de César ya aparecen las primeras posiciones fijadas para reforzar. El pasado viernes, Superdeporte marcó un primer punto preciso: el lateral derecho. Convergen dos situaciones. Habrá que tomar una decisión con Alessandro Florenzi, (29 años) que llegó cedido y no ha tenido margen. El romanista no entra en los planes del entrenador de la Roma -Fonseca- y tiene pretendientes como la Fiorentina. Donde sí hay una decisión firme es con Thierry Correia. El portugués saldrá seguro, cedido o traspasado. Hay una garantía a medio plazo, el Valencia CF no va a perder dinero con el internacional Sub-21.

Reforma en el eje central

Esta temporada el equipo cuenta con cuatro centrales de los cuales uno, Ezequiel Garay, está convaleciente de una rotura de ligamentos de la rodilla, lesión que le tendrá apartado de los terrenos de juego todavía tres meses y medio. El argentino termina contrato el 31 de junio y su renovación está en espera a pesar de que, antes de romperse, el acuerdo estaba al caer... según informó el club blanquinegro. Con 33 años, su nivel no había dejado lugar para las dudas.

Eliaquim Mangala llegó el pasado verano, con la carta de libertad desde el Manchester City, después de dos años machacado por los problemas físicos. Ha jugado poco a las órdenes de Celades, que pidió un central de perfil zurdo y con buena salida de balón para el mercado de invierno. Su situación está clara. Con Gabriel Paulista no hay dudas; el brasileño (en proceso para ser español) es sinónimo de rendimiento estable, de buena temperatura competitiva y de compromiso. Así se ha consolidado como peso pesado en el vestuario y como referente de la afición. Mouctar Diakhaby tiene interrogante. Tras la lesión de Garay y en el momento de dar un paso al frente, el francés ha temblado dejando dudas considerables. Por juventud y cualidades, la valoración no es sencilla. Junto a Gabriel o Garay, Mouctar ha dado el nivel, pero se ha desordenado cuando le ha faltado esa guía. Su peor versión estalló en la eliminatoria ante la Atalanta. El verano pasado se rechazo una oferta del Wolverhampton por 40 millones porque se confiaba en su proyección. En invierno, el contexto era otro muy distinto: se buscaba comprador para el curso 2020/21.

La lesión de Garay ha hecho evidente una cuestión latente: el Valencia quiere realizar una apuesta muy importante en esta posición y tiene los nombres sobre la mesa, por eso no ha querido o quiere hipotecarse -por plantilla, por inversión, por contrato- con el sustituto del argentino, pese a la necesidad.

Rodrigo y Gameiro

Ya hay futbolistas a los que se está haciendo seguimiento específico. Darwin Núñez es el mejor ejemplo. El delantero del Almería ha hecho doce goles en veinte partidos y cuadra en el apartado deportivo, por juventud y cualidades. Después hay nombres en plantilla cuyo futuro no está cerrado, precisamente. Rodrigo Moreno pudo ser traspasado al Atlético en agosto, pero el conjunto colchonero no llegó a los sesenta millones que pedía el Valencia. Mejor dicho, llegó de palabra pero no fue capaz de reunir el dinero. En enero,Quique Setién lo pidió para el Barça, que sólo pudo garantizar el pago de treinta millones, incluso mendigó la cesión.

El club también tiene que tomar una decisión con Kevin Gameiro. En mayo cumple 33 años y termina contrato en 2021. El Valencia CF puede ampliarle el contrato hasta 2022. Su situación contractual y su rol obligan a buscar una salida: vender, activar el año opcional o dejar que se marche libre...

El recambio de Parejo, básico

La necesidad de sumar a la plantilla un centrocampista capaz de ofrecer una alternativa distinta a Kondogbia o Coquelin en la sala de máquinas y dar relevo o formar junto a Parejo se ha hecho más evidente todavía. De hecho, es la única posición que no está doblada. Sólo hay un organizador. César Sánchez lleva semanas buscando. Para Celades también es una prioridad y en invierno hubo sondeos y se trabajó la posibilidad, sin que fructificase, por varios motivos. Este es el planteamiento base de Celades, si bien, el mercado puede hacer que tome un rumbo u otro. Hay situaciones como el futuro de Ferran, incluso la portería -con Jasper Cillessen en el foco-que pueden pasar al primer plano de un momento a otro y necesariamente van a afectar.